6 de febrero
DE LA JORNADA DE LOS QUE HUÍAN A EGIPTO
MEDITACIONES
DE LA OBRA
“VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO”
DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
6 de febrero
DE LA JORNADA DE LOS QUE HUÍAN A EGIPTO
1. Y se retiró a Egipto. (1) Considera los sentimientos que tendrían en sus al más José y MARÍA. Experimentaban las molestias del camino, la intemperie del aire, la dureza de los hombres, la falta de comida, etc. Mas en todas estas cosas se recreaban con este solo pensamiento: Todo lo hacemos y padecemos por conservar a JESÚS la vida. De aquí ¡qué consuelos no les redundaban! ¡Qué dulzura! Toda amargura se les endulzaba con este pensamiento. Estriba tú en tus adversidades en este principio: Por Dios padezco.
2. Considera los sentimientos del alma del Infante, que bien sabía que era buscado para la muerte, siendo así que había venido para dar la vida al mismo Herodes. ¿Juzgas que no heria su alma esta ingratitud? Mira no des tan ordinariamente semejante motivo de dolor a Cristo, no correspondiendo a tantos beneficios y gracias. Pero podía el Niño omnipotente tomar venganza de Herodes y mirar así por su honor, mas no quiso. Luego, es falso aquel principio del amor propio: Que no se ha de tolerar lo que pone a riesgo de perder la honra.
3. Considera lo que Cristo padeció en su cuerpo en este camino. La edad era tierna, el invierno rígido, las lluvias, las nieves, las posadas viles, y a veces ningunas, la pobreza de los padres suma, la barbarie de los hombres·, etc. Mas no por necesidad, sino voluntariamente lo sufría todo. Y ¿Yo rehúso padecer aun aquello a que la necesidad me precisa? ¿Yo a vista de esto mirare sólo por mis comodidades?
(1) Matth., 2.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración… Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.