viernes, 14 de febrero de 2025

15 de febrero. DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA

15 de febrero

DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA.

 

MEDITACIONES

DE LA OBRA

“VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO”

DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

15 de febrero

DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA.

1. Mas advirtiéndolo el Señor, dice: ¿Para que sois molestos a esta mujer? Pues a la verdad hizo una buena obra conmigo (1). Siempre es Jesús abogado de María contra el Fariseo, que la notaba de pecadora (2). Contra Marta que la acusaba de ociosa (3). Aquí contra Judas, que murmuraba de ella. Mira como siempre la virtud tiene por patrono amos ¡Qué Consuelo tendría con esto la Magdalena, aun principiante en el camino de la perfección! Porque han de afligirte los siniestros juicios de los hombres, sus murmuraciones, sus censuras ¿has de dejar acaso por eso la virtud? De ningún modo, prosigue en obrar bien. Confía, tendrás a Dios por defensor. Tiempo vendrá, en que la verdad se descubra con mayor consuelo tuyo.

2. Porque siempre tenéis pobres con vosotros: más a mí no me tendréis siempre. Y a la verdad ungiendo está mi cuerpo, lo hizo previniendo mi sepultura (4). Desata la razón de la murmuración, tomada del cuidado de los pobres. No descubre la intención que tenía Judas de hurtar, que conocía bien el Señor. Para que aprendas a no defenderte, echando a otro en cara otra culpa. Alaba después la intención de la Magdalena, que se anticipó a ungir su cuerpo (5), por haber aprendido o de la conversación con Cristo, o de la ilustración del Espíritu Santo, que no había de ungirle después de muerto. Agradan, pues, a Dios los obsequios adelantados, para los que no ha de haber ocasión después. Estima por eso toda gracia; no pierdas cualquier ocasión de ella, porque no sabes si después vendrá.

3. En cualquiera parte, en donde por todo el mundo se predicare este Evangelio, se dirá lo que ésta hizo para memoria suya (6). Callaba la Magdalena a la murmuración de Judas. Pero repara como el Señor excita a los fieles todos a que la alaben. Tanto le agrada el silencio humilde entre las calumnias. Otra vez había ungido a Cristo la Magdalena (7). No se promete a aquella obra la memoria de los siglos, porque era de quien empezaba aun el camino de la virtud: prométese sí a esta unción, porque era de quien había aprovechado en ella tanto, que subió hasta la cabeza de Cristo, que bañó con el ungüento, habiéndose quedado antes y no pasado de los pies. Allí sus afectos eran solo purgativos, aquí unitivos. El empezar es preciso, el ir adelante de gran loa. Mira, pues, no cejes ya que empezaste: añade nuevos aumentos cada día.

 

(1) Matth., 26. (2) Luc., 7. (3) Ibid., 10. (4) Matth., 62 (5) y (6) Marc., 14. (7) Luc., 7.

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración… Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.