viernes, 19 de julio de 2024

EXCUSA CRISTO A LOS DISCÍPULOS QUE DESGRANABAN LAS ESPIGAS. SÁBADO DE LA OCTAVA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


EXCUSA CRISTO A LOS DISCÍPULOS QUE

DESGRANABAN LAS ESPIGAS.

SÁBADO DE LA OCTAVA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

SÁBADO DE LA OCTAVA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

EXCUSA CRISTO A LOS DISCÍPULOS QUE

DESGRANABAN LAS ESPIGAS.

 

1.- Fuése Jesús un día de sábado por los sembrados; y sus Discípulos, teniendo hambre, empezaron a cortar espigas para comerlas (1). Considera la vida austera de Cristo y sus Discípulos, que llegaron a padecer tal hambre. No tienen preparadas viandas como tú, ni aun pan siquiera. Admira, dice san Juan Crisóstomo (2), como no tenían cuidado alguno del cuerpo, y entre tanto trabajo no se apartaban un punto de Cristo. La presencia del Señor les suplía la falta de todo, y les sazonaba una comida tan insípida. Si ponderases con seriedad quien es este Señor, convertirías hacia el alma todo el solícito cuidado que de tu cuerpo tienes, ni la falta de comida y de otras comodidades te apartarían de Cristo con quejas murmuradoras e impaciencias.

2.- Mas los fariseos al ver esto le dijeron: Mira como tus Discípulos hacen lo que no es lícito en los sábados (3). Repara como le observan para culparle y desdorar su fama adquirida por los milagros; y como se cubre la envidia con el celo de la ley violada. Mas graves delitos en sí hallarían, y cometidos en días de sábado, si se examinasen rectamente. Mas siendo para; sí topos, son linces para tachar en otros las mayores menudencias. Ya ves cuan torpe cosa sea observar a otros y a sí ignorarse. Al ver la pajuela que está en los ojos de tu hermano, repara tú la viga que tienes en los tuyos.

3.- Mas Él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David cuando estuvo hambriento? ¡Como entro en la casa de Dios y comió los panes de la proposición (4)! Callaron los Discípulos a la acusación y cargo, que también a ellos hicieron, como dice san Lucas. Por eso el Señor tomó a su cuenta el defenderlos. Si quieres  satisfacer todas las injurias y calumnias, incurrirás en muchas cosas, porque habrás de padecer más. Si callas, la palabra de Dios hablará por ti. Él tiene por cierto gran cuidado de los suyos, y si permite que sean trabajados, no quiere que sean oprimidos. Esta esperanza la tengo puesta en mi seno (5).

 

(1) Matth., 12. (2) Hom. 60 sup. Matth. (3) Matth., 12.

(4) Ibid. (5) Jeb., 19.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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