martes, 30 de julio de 2024

DEL CUIDADO DE OBSERVAR LA LEY. MIÉRCOLES DE LA DÉCIMA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


DEL CUIDADO DE OBSERVAR LA LEY.

MIÉRCOLES DE LA DÉCIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

MIÉRCOLES DE LA DÉCIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

DEL CUIDADO DE OBSERVAR LA LEY.

 

1.- Si no fuere mayor vuestra virtud que la de los es­ cribas y fariseos, no entrareis en el reino de los cielos (1). Más cosas y más sublimes pide Dios a los cristianos que a los judíos. A estos les bastaba solo el exterior de la ley, ejecutar la obra que se ordenaba, o no hacer lo que se prohibía. A nosotros se nos pide el alma o el afecto de lo que obramos, porque da mayores gracias. Colige de aquí que mayores cosas pide al religioso que al seglar por la misma causa. Más al sacerdote que al lego. Avergüénzate de que tantos seculares te excedan en virtud; de que tantos legos confundan tu desordenado proceder, sacerdote sin espíritu. Teme, no sea que Dios retraiga sus gracias si no atiendes a cooperar a ellas. Ten pensamientos y resoluciones más altas.

2.- Habréis oído que se dijo a los antiguos, etc. Pero yo os digo (2). Pondera cuanto sea más excelente en toda la ley de gracia que la ley antigua. Porque lo 1º.  A los más rudos, como eran aquellos, se les dieron sólo preceptos de cosas materiales; a los de ésta, de cosas delicadas y menudas. 2º. Aquella paraba sólo en exterioridades; esta pide lo interior del alma. 3º. A la observancia de aquella se daba solo un premio temporal; a la de ésta eterno. Dale gracias porque te reservó Dios para el tiempo de esta ley. No te pares en su corteza, sino observa su interior.

3.- Sed, pues, vosotros perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (3). De tal suerte es perfecto el Padre, que hay en Él toda perfección y ninguna imperfección, aún la más leve. Si procurares que en ti no haya imperfección alguna, harás que haya en ti una perfección grandísima. Porque procuraras amar a Dios en sumo grado, en qué consiste la suma perfección; y que seas de Él amado, en que está la suma felicidad. Porque cuanto menos hubiere en tus obras de mezcla de ti propio, tanto más pura será la caridad con que, o por cuyo motivo, obrares. En tu mano está, pues, tu perfección y tu felicidad. Pero ¡cuánta imperfección has de arrancar de ti!

 

(1) Matth., 5. (2) Ibid. (3) Matth., 5.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***