domingo, 14 de julio de 2024

15 de julio. LA REINA DE LOS MARES PROTEGE AL MISIONERO Y ACOMPAÑANTE. MES DE JULIO EN HONOR A LA VIRGEN DEL CARMEN

 


15 de julio

LA REINA DE LOS MARES PROTEGE AL MISIONERO Y ACOMPAÑANTE

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

MES DE JULIO EN HONOR

A LA VIRGEN DEL CARMEN

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

3 Avemarías

A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

15 de julio

LA REINA DE LOS MARES PROTEGE AL MISIONERO Y ACOMPAÑANTE

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

Corrían los turbulentos días del mes de septiembre de 1957, en el que los frescos vientos del sur convierten el golfo de Urabá (Colombia), en un verdadero rincón del diablo, como lo llaman los veteranos marinos del lugar.

Veníamos -cuenta el misionero- de la larga jornada en la pequeña lancha misional, cuando nos sobrevino una gran tormenta.

El indio acompañante y yo, con todo el corazón, pedimos a la Santísima. Virgen del Carmen nos protegiera en aquella hora aciaga.  Me parece que estoy todavía viendo al pobre indiecito, temblando de miedo, decir, con voz entrecortada, estas bellas palabras que jamás olvidaré:

-"¡Madre mía del Carmen, sálvanos, líbranos, Madre querida!"

En su pecho moreno flotaba airosa la hermosa librea de salvación: el santo Escapulario.

Huíamos en retirada, dejando atrás el monstruoso enemigo con ansias de lanzarnos a los profundos abismos.

¡Aquellas olas parecían montañas! Y nosotros navegábamos plácidamente en aguas tranquilas como por encanto. Digo yo, ¿quién nos protegió en aquel terrible peligro? ¡No hay duda de que fue la Reina de los mares, la Virgen del Carmen!

Esta Madre amorosa nos cubrió con su manto hasta que llegamos al puertecito de Titumate sin novedad. Aquí dormimos a bordo tranquilamente, y con el alba emprendimos el viaje de regreso, disfrutando de una mar tranquila y de bellísimo cielo sin nubes.

 

Oración final para todos los días

Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:

 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.

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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.