viernes, 5 de julio de 2024

TRES QUE QUIEREN SEGUIR A CRISTO, MAS NO COMO CONVIENE. SÁBADO DE LA SEXTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.


 

TRES QUE QUIEREN SEGUIR A CRISTO, MAS NO COMO CONVIENE.

SÁBADO DE LA SEXTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

SÁBADO DE LA SEXTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

TRES QUE QUIEREN SEGUIR A CRISTO, MAS NO COMO CONVIENE.

 

1.- Un cierto sujeto le dijo: te seguiré a donde quiera que fueres (1). Palabras las más excelentes, si fuera igual la intención. Por interés quería seguirle, por eso no le ad mite el Señor, que no tiene en donde reclinar su cabeza. Como si dijera (según sienta san Jerónimo): ¿Para qué me quieres seguir por riquezas e intereses del mundo, cuando no tengo ni un corto albergue en que hospedarme? observa aquí pues: 1º. No tuerzas los servicios que haces a Dios a fines tan bajos, como buscar con ellos tu gloria y tus comodidades. 2º. Imita a Cristo pobre, cortando en ti lo superfluo. 3º. Al que no tiene en donde reclinar su cabeza, dale para esto tu corazón, pero limpio y suave.

2.- Dice a otro: Sígueme. Mas él le dijo: Señor, permíteme primero el ir y sepultar a mi padre (2) No conviene en esto el Señor, antes le dice: Deja que los muertos entierren a sus muertos (3). Piedad es enterrar al padre; pero cuando Dios o la obediencia ordenan otra cosa, se han de omitir aun las obras de mayor piedad, o por mejor decir, se ha de dejar a Dios por Dios; porque la voluntad de Dios es la medida de la perfección.

3.- Otro le dice: Señor, yo te seguiré; más déjame primero ir y hacer renuncia de todo lo que tengo en casa (4). Ni a este admite el Señor, porque dice: Ninguno que pone su mano al arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de los cielos (5). Cuando se trata de su servicio no quiere Dios que se tome consejo de los domésticos, ni consultemos a nuestros afectos, porque es cosa peligrosa, y con la tardanza se deja. 2. El que quiere seguir a Cristo ha de mirar adelante con el afecto y deseo, no hacia atrás a cosas de la tierra; pues estas dos cosas jamás pueden juntarse.

 

(1) Luc., 9. (2) Luc., 9. (3) Ibid. (4) Ibid. (5) Ibid.

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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