DÍA CUARTO
La Santísima Virgen nos dejó el pilar santo o columna angélica, símbolo de la fortaleza y estabilidad de la fe católica en Zaragoza hasta el fin del mundo
NOVENA A LA VIRGEN DEL PILAR
POR ESPAÑA Y LOS PUEBLOS HERMANOS
DE AMÉRICA
Por la señal…
INVOCACIONES
PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:
1.-En alabanza de la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza, recemos el Avemaría pidiendo por la conversión de España y todos los pueblos y naciones que forman la Hispanidad, por sus gobernantes, legisladores y jueces, para que libres de las ideologías, defiendan los Derechos de Dios en nuestra Patria, como mejor garantía de los verdaderos derechos del hombre. Dios te salve María…
2.-En alabanza del mandato de la Virgen al Apóstol Santiago de construir este primer templo dedicado a ella a las orillas del Ebro, recemos el Avemaría pidiendo que en España, en los pueblos hermanos de América y en el mundo entero se ponga fin al terrible crimen del aborto y la eutanasia, y se defienda la vida desde su concepción hasta el fin natural de la misma y las leyes protejan a la familia. Dios te salve María…
3.-En alabanza del precioso don de su Sagrada Imagen que es nuestro amparo y consuelo en toda tribulación, recemos el Avemaría pidiendo por la unidad y la paz de España así como la concordia entre todas las naciones que forman la Hispanidad, propia de los que profesan la misma fe católica, y especialmente pidamos por los jóvenes y los niños para que libres de prejuicios amen a su Patria. Dios te salve María…
4.-En alabanza del santo Pilar, Columna Angélica, símbolo de la fortaleza y estabilidad de la fe católica que la Virgen dejó en Zaragoza, hasta el fin del mundo, recemos el Avemaría pidiendo una renovación en la vida cristiana de los españoles y de todos los pueblos hermanos de América, con mayores deseos de santidad y de agradar a Dios, y con ello se ponga fin a la crisis moral, social, económica de nuestras naciones; donde todos sus ciudadanos puedan tener trabajo, sustento y vivienda digna. Dios te salve María…
5.-En alabanza y acción de gracias por todos los beneficios que la Virgen nos ha dispensado desde su altar de Zaragoza, recemos el Avemaría pidiendo por la renovación y santidad del clero español y de los países hermanos de América, por los obispos, sacerdotes, consagrados, para que, fieles a la Tradición de la Iglesia, conserven, testimonien y defiendan el legado espiritual e histórico de nuestra Patria. Dios te salve María…
[Se lee lo propio de cada día, con la oración final propia. Los textos de cada día corresponden a la Novena compuesta por el Padre Eustaquio Tresené, e impresa en Zaragoza en el año 1866.]
La Santísima Virgen nos dejó el pilar santo o columna angélica, símbolo de la fortaleza y estabilidad de la fe católica en Zaragoza hasta el fin del mundo
Zaragoza posee una rica alhaja, un precioso tesoro, una sagrada Columna, que la ennoblece, la protege, la honra y la ilustra. ¿De quién ha recibido este regalo tan magnifico, este don tan apreciable, sino de María? Esta es toda tu felicidad, Católica España, nación magnánima. La Reina celestial fijó en Zaragoza esta misteriosa Columna, significando a los siglos futuros, que perpetuaba gloriosamente entre nosotros el precioso depósito de la fe que nos había confiado. El orbe católico admira la firmeza de esta Columna, que se ha conservado inmoble, en el mismo lugar que señaló la Santísima Virgen, sin que las conquistas de los romanos, el odio de los herejes, el furor de los árabes, haya turbado su permanencia. Todo certifica la grandeza de su fundamento, y la fuerza poderosa de nuestra Princesa. La India, el Asia, el Africa, sacudieron el yugo de Jesucristo. El universo entero se admiró de verse arriano, en expresión de San Jerónimo. Pero la ciudad de María, fundada sobre la firme Columna, no ha perdido como Jerusalén, su primitivo esplendor. La antorcha de la fe, que la Santísima Virgen encendió en su venida, no se ha extinguido. Innumerables Mártires que forman la gloria de la religión, y el honor de Zaragoza, fueron sacrificados en su defensa.
Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de la Virgen.
Oración final. ¡Oh Madre de Dios del Pilar! Haced que veneremos esta Columna de nuestra gloria, anuncio de tantas felicidades. Sea nuestra fe semejante a su firmeza y peleemos con valor contra los enemigos de nuestra alma, que confiando en el auxilio que nos significa esta misteriosa Columna, venceremos. Cúmplase así, Madre de los españoles, haced que perseveremos constantes en la fe, y si fuere necesario, muramos en su defensa, imitando el glorioso ejemplo que nos dejaron nuestros mayores, y así conseguiremos la palma y la corona que está prometida a los vencedores, y cantaremos el triunfo uniéndonos para siempre con el coro de los mártires. Concededme, Madre piadosa, la gracia particular que os pido en esta Novena, si conviene para mi salvación. Los Ángeles os alaben. Amén.
***
"Bendita y alabada sea la hora
en que María Santísima vino en carne mortal
a Zaragoza."
¡Virgen del Pilar, Inmaculada, Reina de España,
acelerad el Reinado del Corazón de vuestro Hijo! Amén.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.