martes, 31 de octubre de 2023

DÍA 1. EL PURGATORIO, DOGMA DE LA FE CRISTIANA

DIA 1.

EL PURGATORIO,

DOGMA DE LA FE CRISTIANA

 

MES DE NOVIEMBRE PARA LA REFORMA

Y PERFECCIÓN DE LA VIDA

A LA LUZ DEL PURGATORIO Y POR MEDIO DE LA DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Redentor y Salvador mío, que habéis de ser un día Juez inexorable de mi pobre alma: a vuestros pies se presenta la mía llena de confusión por sus muchos pecados y por la enorme deuda que por ellos tiene pendiente ante vuestro justísimo tribunal. Perdonádselo todo, oh, amantísimo Jesús, por los méritos de vuestra Sangre, que es de valor infinito, pues ya arrepentido y humillado os pido perdón y reconciliación. Concedédmelo por las lágrimas de vuestra dolorida Madre, que lo es de un modo particular de los pecadores como yo, y por lo mucho que amáis a vuestras esposas, las almas del Purgatorio, en cuya utilidad y sufragio me propongo practicar este piadoso ejercicio. Amén.

 

Meditación diaria

DIA 1

EL PURGATORIO,

DOGMA DE LA FE CRISTIANA

 

I

Es para muchos el Purgatorio una como creencia popular y no más; leyenda autorizada por la devoción de algunas almas sencillas; fomentada por el clero por su propio interés: sostenida, más que por otro fundamento racional, por el vago sentimiento de un más allá, que nos consuela suponer en nuestros difuntos. No es así. El Purgatorio es dogma de la fe católica, tan respetable como cualquier otro de los que enseña y manda creer nuestra Santa Religión. Debe creerse en el Purgatorio, como debe creerse en la existencia de Dios, en la Encarnación del Verbo, en la Inmaculada Concepción de María Santísima. Deja de ser católico el que en eso no cree formalmente y es católico o dudoso católico el que tal verdad no respeta y profesa del modo debido. Por este dogma estamos obligados a admitir, además del infierno y del cielo, que son la suerte definitiva de todo hombre o mujer, fallecidos respectivamente en pecado o en gracia de Dios, un estado transitorio de expiación, o lo que es lo mismo de purgación, que por esto se llama Purgatorio. Se expían allí deudas contraídas en este mundo con la divina justicia y no satisfechas antes de salir de él, o sea por faltas leves de las que no se obtuvo perdón, o por reato temporal de faltas graves ya perdonadas en cuanto tales por la absolución sacramental. Haz de esto seria y formal profesión de fe, alma cristiana: de lo contrario vivirías en la herejía, tan apartado y separado de la verdadera Iglesia de Cristo como un infiel.

 

II

Señor y Dios mío Jesucristo, creo y profeso cuanto me enseña vuestra Santa Esposa, y Madre y Maestra mía la Iglesia católica. En particular hago acto de fe de este dogma del Purgatorio en que ella me manda creer con todos los Santos Padres y Doctores de esta, y en especial con la última solemne definición del Sagrado Concilio de Trento. Rechazo y abomino con toda mi alma los errores protestantes, espiritista y materialista, que niegan esta verdad fundamental, como niegan otras no menos importantes del símbolo católico, que nos ha sido transmitido y enseñado desde los tiempos de los Apóstoles. ¡Oh, Señor y Jesús mío! Por aquellas tiernas lágrimas de despedida, que derramó vuestra afligida Madre al separarse de Vos la víspera de vuestra Pasión, y por los doloridos afectos de vuestro Corazón en aquella amarga hora, alcanzad a mi alma la firmeza en la fe de esta verdad, y a las de mis hermanos detenidos en el Purgatorio, el alivio en sus penas y el anhelado descanso en la feliz eternidad. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Os ofrezco, piadosísimo Señor y Padre mío, los rezos y demás actos de este día en sufragio de las benditas almas del Purgatorio, suplicándoos por vuestra infinita bondad y por los dolores y lágrimas de vuestra Madre y mía María Santísima, el consuelo y alivio y final descanso de aquellas vuestras esposas por la gracia y hermanas mías por la fe y la caridad. De un modo particular os recomiendo las de mis padres, parientes, amigos y bienhechores, por quien tengo sin duda mayor obligación; las de cuantos por mi causa estén en aquellas acerbas penas; las de los que están más olvidados de todos y más necesitados de mi pobre sufragio. ¡Oh, Señor y Padre mío! Aceptad en descuento de sus deudas ante vuestra eterna justicia mis humildes satisfacciones, y muy particularmente cada uno de los actos de este Mes, y concededme ser, como mis hermanas las almas del Purgatorio, eficazmente ayudado, cuando en él se halle la mía. Amén.

***

En recuerdo de la Sagrada Pasión de nuestro Salvador y en sufragio de las benditas almas:

5 padrenuestros, Avemaría y Gloria.

 

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Requiescant in pace. Amen.

Fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace. Amen.