domingo, 8 de octubre de 2023

DÍA 7. NOVENA A LA VIRGEN DEL PILAR POR ESPAÑA Y LOS PUEBLOS HERMANOS DE AMÉRICA

 


DÍA SÉPTIMO

El santo templo del Pilar de Zaragoza y el templo vivo de nuestra alma

 

 

NOVENA A LA VIRGEN DEL PILAR

POR ESPAÑA Y LOS PUEBLOS HERMANOS

DE AMÉRICA

 

Por la señal…

 

INVOCACIONES

PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

1.-En alabanza de la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza, recemos el Avemaría pidiendo por la conversión de España y todos los pueblos y naciones que forman la Hispanidad, por sus gobernantes, legisladores y jueces, para que libres de las ideologías, defiendan los Derechos de Dios en nuestra Patria, como mejor garantía de los verdaderos derechos del hombre. Dios te salve María…

 

2.-En alabanza del mandato de la Virgen al Apóstol Santiago de construir este primer templo dedicado a ella a las orillas del Ebro, recemos el Avemaría pidiendo que en España, en los pueblos hermanos de América y en el mundo entero se ponga fin al terrible crimen del aborto y la eutanasia, y se defienda la vida desde su concepción hasta el fin natural de la misma y las leyes protejan a la familia. Dios te salve María…

 

3.-En alabanza del precioso don de su Sagrada Imagen que es nuestro amparo y consuelo en toda tribulación, recemos el Avemaría  pidiendo por la unidad y la paz de España así como la concordia entre todas las naciones que forman la Hispanidad, propia de los que profesan la misma fe católica, y especialmente pidamos por los jóvenes y los niños para que libres de prejuicios amen a su Patria. Dios te salve María…

 

4.-En alabanza del santo Pilar, Columna Angélica, símbolo de la fortaleza y estabilidad de la fe católica que la Virgen dejó en Zaragoza, hasta el fin del mundo, recemos el Avemaría pidiendo una renovación en la vida cristiana de los españoles y de todos los pueblos hermanos de América, con mayores deseos de santidad y de agradar a Dios, y con ello se ponga fin a la crisis moral, social, económica de nuestras naciones; donde todos sus ciudadanos puedan tener trabajo, sustento y vivienda digna. Dios te salve María…

 

5.-En alabanza y acción de gracias por todos los beneficios que la Virgen nos ha dispensado desde su altar de Zaragoza, recemos el Avemaría pidiendo por la renovación y santidad del clero español y de los países hermanos de América, por los obispos, sacerdotes, consagrados, para que, fieles a la Tradición de la Iglesia, conserven, testimonien y defiendan el legado espiritual e histórico de nuestra Patria. Dios te salve María…

 

[Se lee lo propio de cada día, con la oración final propia. Los textos de cada día corresponden a la Novena compuesta por el Padre Eustaquio Tresené, e impresa en Zaragoza en el año 1866.]

 

 

DÍA SÉPTIMO

El santo templo del Pilar de Zaragoza y el templo vivo de nuestra alma

¡Qué ideas tan sublimes me hacen concebir la grandeza, la hermosura, el primor y ornato de tan santo Templo, magnífico Tabernáculo de la Madre de Dios! ¡La santidad de este sitio y de su peculiar elección; los himnos y cánticos de alabanza que se le tributan; la concurrencia y devoción de los fieles! Aquí se invoca su santo nombre: aquí resuenan sus altos privilegios: aquí se ostenta su bondad y su clemencia. ¿Qué diré del aparato, la magnificencia y solemnidad con que se celebran los augustos misterios de nuestra Religión? ¡Oh templo angélico! Tú arrebatas mi pensamiento, y me representas otro templo más suntuoso, el templo vivo de mi alma, su grandeza, su excelencia, su inmortalidad, y la santidad con que debo conservarla. Sí. Yo soy el templo que Dios eligió para su habitación. Así lo dice el Apóstol. El supremo Artífice levantó ese templo vivo para su morada, y lo consagró para sí Jesucristo por el Bautismo. Pero ¡oh gran Dios! ¡Cuánto más augusto, más noble y perfecto que este material tabernáculo que miramos! Las expensas y precio de su fábrica, fueron los de su propia sangre. El ara es mi corazón en que Vos queréis ser honrado. El fuego que ha de consumir las víctimas de mis afectos desarreglados es la caridad, y la misma la que ha de exhalar hasta el Cíelo el incienso y los perfumes de fervorosos suspiros. La lámpara que ilumina es la fe, que brilla entre una sagrada obscuridad, que le hace más venerable. Las columnas que le sostienen, la esperanza; sus joyas, los dones infusos del divino Espíritu; y todos sus ornamentos y vestiduras, la rica estola de la gracia santificante. El Sacerdote elegido por Dios para los sacrificios, y para alimentar de continuo el fuego sagrado del Altar es cada uno de los fieles. ¡Qué dignidad la nuestra, cristianos! ¡Qué hermosura la de un alma, que es templo animado de Dios, y sobre la cual bajó el Espíritu Santo para hacer en ella perpetua mansión!

 

Pídase la gracia que se desea alcanzar por intercesión de la Virgen.

 

Oración final. ¡Oh Madre del supremo Criador! Vuestro Dios e Hijo al contemplar la hermosura de una alma que él posee para la Gracia, se manifiesta enamorado y como asombrado de su belleza. Pero ¡ah! ¿dónde está la primera excelencia y dignidad de un alma? ¿Dónde el primor de este Templo vivo consagrado a Dios en el Bautismo? ¿Qué se ha hecho del brillo del oro de las virtudes? ¡Ay de mí! El ha quedado profanado por la culpa, el humo del pecado le dejó enteramente obscurecido. Ya no se ve allí señal alguna de la bella imagen de Dios y esta hija de Sión, de cuya hermosura el Señor se complacía tanto, es ya fea y abominable a sus divinos ojos. ¡Oh cuán digna es de lástima mi pobrecita alma! Haced, Señora, que vuelva a su Dios, y recobre su dignidad y hermosura con el llanto y la penitencia. Ayudadme y socorredme, Madre amorosa, en tanta necesidad; y haced que cuantas veces o visite en este Templo material, pida cuenta a mi alma del adelantamiento espiritual que debo hacer en el camino de la virtud y perfección cristiana. Renovad mi espíritu, purificad mis afectos, santificad el templo interior de mi alma, y así mereceré cantar vuestras alabanzas en el templo de la Gloria. Concededme la gracia que os pido en esta Novena, si conviene al bien de mi alma. Los ángeles os alaben. Amén.

 

***

"Bendita y alabada sea la hora

en que María Santísima vino en carne mortal

a Zaragoza."

¡Virgen del Pilar, Inmaculada, Reina de España,

acelerad el Reinado del Corazón de vuestro Hijo! Amén.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.