sábado, 3 de junio de 2017

MES DE JUNIO EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN (3)




ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS:
A ti, Jesús, que eres uno con el Padre y el Espíritu Santo, elevamos este acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.  Con el ángel del Portugal y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús, manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

3.- EN JESUCRISTO, EL PADRE NOS AMA
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
Dios ama a su Hijo y lo ama esencialmente y es imposible que se complazca en otros más que en Él, porque el amor de Dios es infinito y no puede tener otro objeto que un objeto infinito: Este es mi hijo predilecto en el cual he puesto mi complacencia (Mt. 17, 5). Pero ese Hijo suyo querido se hizo hombre. Por lo tanto, en Él ama al hombre. Con una única complacencia y dilección, en Jesús abraza todo, también el cuerpo, también la carne, también el alma. Ahora nosotros somos aquella carne, aquellos huesos; nosotros somos aquella naturaleza; somos un cuerpo con Cristo y en El y por El somos hechos hijos de Dios, mejor dicho, el mismo Hijo de Dios que se prolonga en nosotros. Por lo tanto, nosotros también en El estamos envueltos y comprendidos por el Padre en un solo acto de amor; y como en nosotros y sobre nosotros se extiende y despliega la filiación por la cual Cristo es Hijo de Dios, así también se extiende y despliega en nosotros el amor del Padre y por lo tanto en su Hijo de por sí grato y querido para El, también nosotros estamos hechos para ser gratos y queridos para El: Nos ha complacido en su amado Hijo.

ACTO FINAL DE REPARACIÓN
Enseñando por el ángel a los niños de Fátima
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Sagrado Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado Corazón de María, R/.  Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin pecado concebida.