Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se hace hoy
memoria del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo, quien trabajó incansable
por el bien de su iglesia, mostrado un especial interés por los sacerdotes,
agricultores y obreros. En favor de los emigrantes a los países de América
fundó las Congregaciones de Misioneros y de Hermanas Misioneras de San Carlos
(1905). Con algunas de sus enseñanzas meditamos el rosario de hoy.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Dios
ama a su Hijo y lo ama esencialmente y es imposible que se complazca en otros
más que en Él, porque el amor de Dios es infinito y no puede tener otro objeto
que un objeto infinito: [Este es mi hijo predilecto en el cual he puesto mi
complacencia] (Mt. 17, 5). Pero ese Hijo suyo querido se hizo hombre. Por lo
tanto, en Él ama al hombre.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“El
mismo empeño de agradar a la Virgen debe animarlos a enriquecer el alma de
ustedes con sus virtudes; si la aman no les resultará difícil porque el amor
impulsa a la imitación y produce semejanza. Fijen la mirada en las virtudes de
María, observen cómo ella se rige y traten de reflejarlas en ustedes mismos
(...) Si se encuentran en la Iglesia, imaginen a María en el templo; si están
en casa, imaginen a María en Nazaret; si están ante la mesa, imaginen a María
en las bodas de Caná: en todas las acciones particulares pueden pensar en Ella
y copiar sus virtudes.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“Cuando
el rico del Evangelio le preguntó a Jesús qué debía hacer para salvarse, el
Divino Maestro le respondió: Si quieres alcanzar la vida eterna, observa los
mandamientos: serva mandata [observa los mandamientos]. La vida cristiana está
toda aquí: observar fielmente la ley de Dios y cumplir con exactitud los
deberes del propio estado.”
4.-La Transfiguración del Señor
“La
oración hace al hombre superior a sí mismo, lo transfigura, lo sublima, lo
diviniza. En la historia de las almas no hay hecho más común que la conversión
concedida a la oración de los santos. De un Saulo perseguidor forma un apóstol.
¡Y cuántos Agustines son hijos de las lágrimas y de las oraciones maternas!”
5.- La institución de la Eucaristía
“El
pan común, que viene de la tierra, dice San Macario, no nos puede dar la vida
eterna; sin embargo ese pan, que tiene origen en el cuerpo beato de Cristo,
unido a la divinidad, confiere la inmortalidad al que lo recibe. La carne del
Señor, después que es comida, no es destruida, ni su sangre, después que es
bebida, porque ambos están indisolublemente unidos a la divinidad. Por lo
tanto, el cuerpo glorioso del Señor pone un germen luminoso de resurrección y
de incorruptibilidad en el cuerpo corruptible del hombre, y este germen,
fecundado por la sangre de Aquel que venció a la muerte, se desarrolla y crece
hasta que el hombre renovado se despoje, como vestimenta inútil, de la carne
mortal, y mostrando todo el esplendor de su vida oculta en Dios, entre en los
tabernáculos eternos.”