ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
11. ES CRISTO QUIEN ENCIENDE EL
AMOR
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
La
vida consiste principalmente en el amor sin el cual, dice San Juan, se
permanece en la muerte. Y la gracia del Salvador es aquella que llena el alma
con este bálsamo de vida. Es Cristo quien enciende este amor, mostrando el
prodigio incomprensible de su muerte, que urge, que impulsa con dulce violencia
a corresponder al amor, a sacrificarse por su gloria y la salvación de nuestros
hermanos: El amor de Cristo nos apremia. Es Cristo quien enciende este amor,
regalándonos nuevamente en su Resurrección la prueba más luminosa de su
divinidad y la prenda más segura de nuestra futura Resurrección. Es Cristo quien enciende este amor con el
milagro continuo de la
Institución de la Eucaristía, el misterio del amor
por excelencia, con el cual Él se perpetúa en nuestros altares.
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin
pecado concebida.