Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se hace memoria de la Beata María Josefina de
Jesús Crucificado monja carmelita de Santa María de Ponti Rossi, de donde fue
elegida priora, cargo mantenido hasta la muerte. Soportó las duras pruebas de
las enfermedades y de las persecuciones abandonándose a la voluntad de Dios.
Contagiaba a cuantos se le acercaban por su profunda espiritualidad, humildad y
sencillez, infundiendo esperanza y confianza en Dios y en la santísima Virgen.
Murió en Nápoles el 14 de marzo de 1948.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“La
voluntad de Dios ha sido siempre el ansia ardiente de mi corazón: jamás he
deseado otra cosa. Y he vivido y vivo de esta voluntad divina. Esta me es más
necesaria que el pan que me nutre y que el aire que respiro. ¡No sabría dejarla
ni tan siquiera por un instante! He querido vivir siempre y morir conforme al
querer de Dios; he querido que la voluntad de Dios estuviese siempre en mis
pensamientos, en mis palabras, en toda mi acción, a cada paso.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“La
devoción a María, Madre de Dios, consiste en recurrir a ella en la plena
confianzan, imitarla en la virtud con la ayuda de Dios, en huir del pecado que
la entristece a ella y su Hijo divino, en presentarle el obsequio particular
con fidelidad y perseverencia.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Jesus
ha dividido su vida en dos partes: en la primera vivió oculto en Nazaret,
trabajando y orando; en la segunda el se ha revelado a las turbas, enseñando,
consolando y sanando. Tuú, hija mía, participas de la vida oculta de Jesús.
Esta vida oculta des ser un sacerdocio de amor, y debes ocuparte solo de las
cosas del Dios bendito.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño
Jesús en el templo
"En
la oración, dad a Dios el corazón, más que muchas palabras."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“En
la vida, una sola cosa es necesaria: conocer a Dios, sumo Bien, para poderlo
amar con todo el corazón. Este conocimiento hace que desaparezcamos nosotros
mismos en nuestro espíritu como gotas de agua en el océano, como chispas entre
las llamas.”