ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
18. LA CRUZ DE CRISTO ES EL FUNDAMENTO
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
Una
voz se ha liberado en nuestro siglo, ha gritado y grita, prohibición del
Crucifijo. Y desgraciadamente en parte logró ese infernal intento.
El
Crucifijo es el fundamento de todas las cosas, escribe San Pablo, aquel que
desprecia construir sobre ese fundamento no puede acumular más que ruinas sobre
ruinas.
Jesús Crucificado es el centro común; es el anillo
precioso que une la obra del Omnipotente al Creador Divino; es la meta de todas
las obras y de todos los designios de la Providencia; es la razón suprema,
última de todos los desvelos de Dios para la humanidad redimida, la cual, lejos
de Él se parece a la imagen de un ciego que vacila y cae bajo los rayos del sol
más espléndido, Jesús Crucificado es la norma de todo verdadero progreso
social, ya que es Él la única luz verdadera que ilumina a cada hombre y, por lo
tanto, a la sociedad entera.
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin
pecado concebida.