jueves, 29 de junio de 2017

MES DE JUNIO EN HONOR AL CORAZÓN DE JESÚS (29)



ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS:
A ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)

Jesús, manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

29. DIOS NOS ESCUCHA Y RESPONDE SIEMPRE
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
Dios es padre que nos ama con inmenso amor, y no puede dejar de conmoverse con las desventuras de sus hijos; y cuando no responde de inmediato a nuestro pedido, es porque los momentos de su gracia no siempre coinciden con los momentos de nuestra impaciencia. Sin embargo bien sabrá resarcir con la grandeza de sus beneficios la demora que nos hizo llorar y suspirar. Nada por lo tanto debe arrancar de nuestro corazón la confiada perseverancia por más larga que nos pueda parecer la demora del socorro divino.
Mostremos, por lo tanto, que si Dios quiere poner a prueba nuestra fe, nosotros sabremos resistir generosos a la prueba; que nosotros descansamos tranquilos sobre la promesa infalible del mismo Jesucristo: que toda la potencia del infierno nunca podrá prevalecer contra su Iglesia; que su triunfo no puede faltar, y será juntamente fruto y premio de nuestra confianza y de nuestra oración. El que tiene firme su fe en Dios, y aferrada al Cielo el ancla de su esperanza, espera incluso contra toda esperanza. Cuando Cristo quiera, increpará a los vientos y al mar, y a la tempestad sucederá pronto una gran bonanza.

PARA FINALIZAR:
Todos juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Sagrado Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado Corazón de María, R/.  Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin pecado concebida.