ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
19. LA CRUZ ES UN GRITO DE AMOR
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
La Cruz más que ninguna otra cosa nos grita amor;
amor grita la Cruz, amor que se hizo víctima de expiación por ti, que
tanto te amó hasta morir por ti en el patíbulo; mas este grito no lo entiende
quien no repite con el Apóstol: el mundo está crucificado para mí y yo para el
mundo. La Cruz es la escuela más segura del amor, ¡ay, por lo tanto,
si pasáis los días olvidados del misterio de la Cruz!, mostraríais
entonces que vuestros corazones no arden por amor, que faltan al gran precepto
que nos obliga a poner en Jesucristo todos nuestros afectos, a establecer en
nuestro corazón su reino, que es el reino del amor. Amad a Jesús y entonces entenderéis que el
pueblo cristiano, el pueblo de los creyentes se compone solamente de aquellos
que honran, que aman la Cruz y mueren en ella.
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave
María Purísima, R/. Sin pecado concebida.