ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
28. EL VERBO DE DIOS ORÓ
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
Ya que el Verbo de Dios se hizo hombre para
instruirnos, no sólo con los preceptos, sino también con los ejemplos, Él mismo
oró al Padre, Él que con el Padre era una sola cosa, Él al cual el Padre había
dado en potestad todas las cosas. Oró con recogimiento en el desierto; oró solo
en el monte, velando la noche entera; oró ante la tumba de Lázaro y a la
entrada de Jerusalén; oró antes de dar comienzo a su misión; oró en el templo,
en el cenáculo, en el Getsemaní, en el Calvario; oró hasta el último suspiro
para arrancar de los suplicios eternos a la humanidad que en Él, turbada,
temblaba, sudaba sangre y caía bajo los golpes de muerte.
Ahora bien, exclama San Cipriano, si ora Jesús, que
era el Santo de los Santos, ¿cuánto más deben orar los pecadores? ¿Si ora la Cabeza, cómo no orarán los
miembros? ¿Y si el divino Maestro tan profundamente sintió la necesidad de la
oración, cómo no deberán sentirla los discípulos?
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin
pecado concebida.