sábado, 10 de junio de 2017

EVANGELIO DEL DÍA: INTENTABAN RETENERLO PARA QUE NO SE SEPARARA DE ELLOS




SÁBADO DE TEMPORÁS EN LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Al salir Jesús de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le rogaron por ella. Él, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles.
Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban, y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban y decían: «Tú eres el Hijo de Dios». Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.
Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar desierto. La gente lo andaba buscando y, llegando donde estaba, intentaban retenerlo para que no se separara de ellos. Pero él les dijo: «Es necesario que proclame el reino de Dios también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado» Y predicaba en las sinagogas de Judea.
Lc 4,38-44

COMENTARIO AL EVANGELIO
Homilía de maitines NUESTRA FIEBRE ES LA AVARICIA; NUESTRA FIEBRE ES LA LUJURIA; NUESTRA FIEBRE ES LA AMBICIÓN; NUESTRA FIEBRE ES LA IRA. San Ambrosio
Benedicto XVI LA CARIDAD DE LA IGLESIA COMO MANIFESTACIÓN DEL AMOR TRINITARIO