jueves, 15 de enero de 2015

¡TEN PACIENCIA CONTIGO! San Arnoldo Janssen


Ten mucha paciencia con los demás,
pero no menos contigo mismo.
Pues por la culpa de Adán,
desde el nacer somos pobres pecadores.
El corazón es como un campo de labranza,
profundamente atravesado por malezas.
Quien lo considere puro y sincero,
a ese tal lo engaña mucho su torpeza.
Cuesta gran voluntad y copioso sudor,
y un sinfín de horas de dura labor,
hasta que, gracias al continuo desvelo,
desparezca lo más burdo de la torpeza.
Sólo lo más difícil – pues siempre queda
en ti un maligno anhelo,
y ningún propósito impide que
cada día crezca y brote de nuevo.
¿Quieres enojarte contigo por haber
venido al mundo enfermo y débil?
En verdad sería una fiera lucha,
que en nada te beneficiaría.
Seguirás siendo un mísero hijo de Adán,
cargado con flaquezas mil.
Que estamos hechos de madera agreste,
eso lo sufre cada cual y lo siente.
Tolérate a ti mismo, como te tolera tu Salvador,
con gran misericordia y amor.
Él cuida del niño más enfermo,
meciéndolo con maternal dulzor.
Él sabe que no eres un ángel,
sino amasijo de barro y polvo.
Y tus faltas él las olvida
con fiel ternura y bondad.
A la vista de su favor anímate
a retomar la lucha en cada albor.
Entonces también tú, pero con paciencia,
dominarás tu tempestuoso corazón.