martes, 13 de enero de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN HILARIO DE POTIERS


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: San Hilario, obispo y doctor de la Iglesia, que fue elevado a la sede de Poitiers, en Aquitania (hoy Francia), en tiempo del emperador Constancio, quien había abrazado la herejía arriana, y luchó denodadamente en favor de la fe nicena acerca de la Trinidad y de la divinidad de Cristo, siendo desterrado, por esta razón, durante cuatro años a Frigia. Compuso unos comentarios muy célebres sobre los Salmos y sobre el evangelio de san Mateo (367). Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo…

MISTERIOS DOLOROSOS
1 MISTERIO – LA ORACIÓN EN EL HUERTO
“Yo pregunto (..) si es razonable que pudiera temer la muerte aquél que, quitando a los apóstoles todo temor de la muerte, les exhortó a la gloria del martirio. Porque, ¿qué pudo temer en la muerte quien devuelve la vida a los que mueren por El? Además, ¿qué dolor de muerte podía temer el que iba a morir por su propia voluntad? Si aun la pasión había de honrarle, ¿cómo había de entristecerle el temor de ella?
2 MISTERIO – LA FLAGELACIÓN
El Señor, después de haber tomado sobre sí todas las enfermedades de nuestro cuerpo, nos demuestra con el color de la púrpura la sangre derramada por los mártires que habían de merecer con El el reino de los cielos.
3 MISTERIO – LA CORONACIÓN DE ESPINAS
También es coronado de espinas, esto es, de los pecados de las naciones que como aguijones forman la corona de la victoria de Cristo. Con la caña que empuña su mano, conforta la debilidad y la frivolidad de las naciones, y es golpeada con ella su cabeza, para que la debilidad de los gentiles, sostenida por la mano de Jesucristo, descanse también en Dios Padre (que es su cabeza).
4 MISTERIO – EL CAMINO AL CALVARIO
Los judíos eran indignos de llevar la cruz de Jesucristo, porque había quedado como patrimonio de la fe de los gentiles el recibir y compartir la cruz del redentor.
5 MISTERIO – LA CRUCIFIXIÓN.

Son crucificados dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda, para manifestar que todos los hombres eran llamados a participar de los beneficios de la pasión del Señor. Y como hay diferencia de fieles e infieles, así se estableció la división de aquéllos entre la derecha y la izquierda, colocándose uno de los dos a la derecha, el cual se salvó por su profesión de fe.