“AMAR ES COMPRENDER QUE TODO LO QUE
NO ES AGRADABLE A MÍ, ES MENTIRA”.
En esta majestad se me reveló una verdad, que es suma
de todas las verdades; no se decir cómo ocurrió porque yo no ví nada. Oí que me
decían, sin que yo viera quién, mas supe que hablaba la misma Verdad: "No
es poco esto que hago por tí, pues es una cosa que me debes mucho; porque todo
el daño del mundo procede por ignorancia de las verdades de la Escritura,
conocida con clara verdad; no dejará de cumplirse ni una de ellas".
A mí me pareció que siempre había creído
esto y que todos los fieles lo creían. Y me dijo: ¡Ay, hija, qué pocos me aman
de verdad, pues si me amaran, no les encubriría yo mis secretos. ¿Sabes qué es
amar de verdad? Comprender que todo lo que no es agradable a Mí, es mentira.
Con claridad verás esto que ahora no entiendes en el provecho que hace a tu
alma".
Y así lo he visto, sea el Señor alabado
que, desde entonces, todo lo que veo que no conduce al reino de Dios, me parece
vanidad y mentira, aunque no sabría decir cómo lo entiendo.