miércoles, 14 de enero de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN HILARIO


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  En la fiesta litúrgica de san Hilario en el Calendario de la Forma Extraordinaria, meditamos el rosario de hoy con algunos de sus pensamientos.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“Mandó Jesús a sus Apóstoles que fueran a buscar las ovejas perdidas de Israel (Mt 10) y toda su predicación aprovechó a los publicanos y a los pecadores. De esta manera es como el reino de los cielos sufre la violencia y los que se violentan lo consiguen, porque la gloria de Israel, debida a los patriarcas, anunciada por los profetas y ofrecida por Cristo, la arrebatan y la obtienen las naciones con su fe.”
2.- La Ascensión del Señor
“El Señor da a conocer un indicio seguro de su venida futura diciendo: "Cuando viereis que la abominación". Esto lo dijo el profeta refiriéndose a los tiempos del Anticristo. Fue llamada abominación, porque viniendo contra Dios, reclama para sí el honor de Dios; y abominación de desolación porque ha de desolar toda la tierra con guerras y mortandades.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Debemos sembrar constantemente el conocimiento de Dios y revelar con la luz de la predicación el secreto profundo de la doctrina del Evangelio, sin temor de aquellos que sólo tienen poder sobre los cuerpos, mas nada pueden sobre el espíritu.”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“En nuestra mano está la consecución de aquella eternidad bienaventurada. Pero es necesario que pongamos de nuestra parte algo, como puede ser el querer el bien, evitar lo malo, y que hagamos con más gusto lo que el Señor quiere, que aquello que nos agrada, para que así podamos alcanzar la gloria.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“El Señor, luz eterna, jefe de los creyentes y padre de la inmortalidad, anticipó a sus discípulos el consuelo de sus propios sufrimientos, a fin de que tuviéramos como una gloria el igualarnos al Señor, al menos en los padecimientos.”