martes, 27 de enero de 2015

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN Y DESPEDIDA A MARÍA DE MONTSERRAT. Oración de San Enrique de Osso

Oración de consagración y despedida a María de Montserrat 
Gracias infinitas os doy, Madre mía queridísima, por haberme traído a este monte santo. Trono de vuestras gracias y de vuestra gloria y Paraíso de vuestras delicias, para hablarme al corazón en estos tres días de felicidad, y serenar mi ánimo y devolverme la paz perdida. Gracias infinitas os doy por haberme facilitado el subir a esta Montaña santa, símbolo de vuestra grandeza, reflejo de vuestra hermosura y emblema de vuestra fecunda virginidad. Vos, oh María, siempre, pero más en estos tres días, habéis sido para mi alma vida, duzura y esperanza, luz, consuelo, salud y paz. Una vez más, Madre mía de mi alma, habéis probado en mí que jamás se ha oído decir que ni uno sólo de los que han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desatendido en sus justos clamores. Os doy gracias muy rendidas por tanta bondad y misericordia, y en compensación de ellas, yo os consagro mi alma con todas sus potencias, mi cuerpo con todos sus sentidos: todo cuanto tengo y valgo os lo ofrezco; guardadme, pues, oh María, como cosa y posesión vuestra, y no piense sino en Vos, ni hable sino de Vos, ni pretenda sino hallaros a Vos con Jesús, fruto bendito de vuestro vientre, ahora y en la hora de mi muerte. Amén. 
Vengo a daros el último adiós, oh María, Madre mía de mi alma, Madre mía de mi corazón.