LA VERDADERA ORACIÓN NOS
LIBRA DEL ERROR Y DEL MAL
Y mirad en qué ceguedad vive el mundo, que
no miran los muchos millares que han caído en herejías sin tener oración, sino
distracción y si el demonio, para hacer mejor su negocio, entre la multitud de
los herejes ha hecho caer a algunos, bien contados, que hacían oración, ha
utilizado esto para infundir en algunos un miedo enorme hacia la práctica de la
virtud. Los que dejan la oración para librarse de
los peligros, tengan cuidado; porque huyen del bien para librarse del mal.
Nunca he visto tan mala invención; claramente se ve que es del demonio. ¡Oh,
Señor mío!, defendeos...(C 21, 8).