MES DEL ROSARIO
Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:
Por la señal...
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén
Se lee y medita la reflexión de cada día.
Día 22
La Triunfante Resurrección de Nuestro Señor
GOZO ESPIRITUAL
Nuestra Celestial Madre, que esperaba confiada la Resurrección de su Hijo, vio disiparse todas sus amarguras, y con glorioso gozo contempló resucitado a Aquél que había contemplado muerto en sus brazos. Fue a la primera que se le apareció el Señor resucitado. Este Hijo Santísimo quiso honrarla por ser su querida Madre que le había acompañado en su Pasión y ahora quiere que le acompañe en su triunfo. ¡Qué gozo celestial inundaría el alma de la Santísima Virgen, viendo su Hijo triunfar de la muerte y como divino Libertador llevar consigo a las almas de los Santos Padres abriéndoles las puertas del cielo ¡Qué resplandecientes estaban aquellas llagas poco antes tan ensangrentadas! ¡Qué gloriosa su Santa Humanidad!
Felicitemos a nuestra Madre por su gozo y alegría tan completos, suplicándole que se digne concedernos sepamos participar de su gozo, cumpliendo los designios del Señor sobre nosotros. Recodemos que para llegar al gozo de·la Resurrección hay que pasar por las amarguras de la Pasión.
Pero ya estas amarguras han sido dulcificadas por los méritos de la Pasión del Señor, tanto, que podemos en medio de ellas gozar de un gozo espiritual que nos haga sobrellevarlas santamente.
La Cruz del Señor ya es gloriosa, y uniendo a ella las nuestras, las llevaremos con gozo de espíritu pues las llevaremos como enviadas por Dios. Si así lo hacemos no se turbará nuestra alma ante ninguna adversidad. El pensamiento de que Dios así lo quiere nos hará vencerlo todo para seguir las inspiraciones de la gracia, la que no nos faltará si acudimos a la Santísima Virgen.
Y Dios, que verá nuestra buena voluntad, hará por su gloriosa Resurrección que nuestras penas se conviertan en gozo, gozo espiritual que proporciona el ser buenos, y ser agradables al Señor.
PRÁCTICA
En nuestras comuniones, pedir mucho al Señor nos conceda gozar de los frutos de su gloriosa Resurrección, dominando nuestras pasiones.
PETICIÓN
Jaculatoria. Oh, María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Bendita sea tu pureza...
