MES DEL ROSARIO
Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:
Por la señal...
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén
Se lee y medita la reflexión de cada día.
Día 23
La Resurrección de Nuestro Señor
GOZO ESPIRITUAL
Nuestro Divino Salvador, resucitado, se apareció a su Santísima Madre, y después a las santas mujeres y a los apóstoles, llenando a todos de sus gracias y dándoles la paz.
Los ángeles en su nacimiento ya cantaban la paz para los hombres; el Señor, en sus apariciones, después de su resurrección, siempre saludaba a sus apóstoles dándoles la paz. Esta paz sólo se halla en el Señor y por eso no pueden tenerla los pecadores.
La Resurrección del Señor es prenda de nuestra resurrección. Por Él resucitaremos eternamente. Pero para que nuestra resurrección sea gloriosa hemos de resucitar ahora espiritualmente de la muerte del pecado a la vida de la gracia; de nuestras costumbres viciosas al cumplimiento de todas las virtudes. Y así como Jesucristo resucitó para no morir jamás, resucitemos por medio de una buena confesión de todos los pecados de nuestra vida para en adelante no morir más por el pecado mortal y dar pruebas de nuestra resurrección con una vida ejemplar que nos haga dignos de las bendiciones de Dios y de gozar de su paz. ¡Cuánto bien podemos hacer con nuestro buen ejemplo y mostrando la virtud tal cual es, llena de atractivos! El Señor nos ha dicho que su yugo es suave y su carga ligera, y así es, pues aún los padecimientos, sufridos por Dios, se hacen llevaderos y tan dulces, que la tranquilidad que proporcionan no es comparable con ninguna de las satisfacciones que da el mundo y que no llenan el corazón. El gozo espiritual que se experimenta cuando se hace una buena acción no puede expresarse con Palabras, es, por decirlo así, un gozo anticipado del cielo.
La Santísima Virgen, nuestra gloriosa Madre, nos concederá su bendición maternal para que resucitemos verdaderamente y sea nuestra vida de fervorosos cristianos, adelantando siempre en la práctica de las virtudes para que cumplamos exactamente lo que Dios dijo: y correrán con gozo por los Caminos del Señor.
PRÁCTICA
Examinemos si nuestra vida sirve de buen ejemplo, esforzándonos para que así sea, resucitando verdaderamente en el Señor.
PETICIÓN
Jaculatoria. Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
Bendita sea tu pureza...