LA VIRTUD SIEMPRE ES AMABLE
¿Puede haber personas tan insolidarias
que, tratándose contínuamente y viviendo siempre en la misma compañía, y no
habiendo de tener otras conversaciones ni otras comunicaciones ni recreos con
personas de fuera de casa, y creyendo que nos ama Dios y ellas a él, pues lo
han dejado todo por Su Majestad, no cobren amor a sus hermanas? Aparte de que
la virtud siempre es amable; y ésta, con el favor de Dios, espero en el Señor
que las hermanas de esta casa siempre la tendrán (C 4, 10).