domingo, 14 de junio de 2015

ORACIONES PARA LA SAGRADA COMUNIÓN. Oraciones de san Basilio el Grande

Oración para antes de la comunión.
Oración de San Basilio el Grande
Soberano, Señor Jesucristo, nuestro Dios, Fuente de vida y de inmortalidad, Creador de toda cosa visible. Hijo Unigénito del Padre co-eterno. Por tu gran clemencia, en los últimos días has tomado cuerpo humano, fuiste crucificado, fuiste sepultado por nosotros, ingratos y profanos. Y por tu sangre renovaste nuestra naturaleza corrompida por el pecado. Tú mismo, oh Rey inmortal, acepta el arrepentimiento de mí, el pecador, e inclina tu oído y escucha mis palabras - pues he pecado, Señor he pecado contra el cielo y ante Ti, y no soy digno de levantar mi mirada hacia la altura de tu Gloria. He encolerizado tu benevolencia, he contradecido tus mandamientos, he desobedecido tus preceptos. Pero Tú Señor, paciente y muy sufrido y clementísimo, no me dejaste perecer junto con mis iniquidades, esperando siempre que vuelva hacia Ti pues Tú, oh amante de la humanidad has dicho: No deseo la muerte del pecador, sino quiero que vuelva al arrepentimiento y viva. No quieres oh Soberano, que perezca la creación de tus manos, tampoco aceptarás que perezca el hombre, sino que todos se salven y lleguen al entendimiento recto.
Por eso, también yo, aunque indigno soy del cielo y de la tierra, tampoco merezco esta vida pasajera, llenándome de pecados, multiplicando las pasiones, he dejado inmunda tu Imagen. Pero siendo tu obra y creación, yo infeliz no desespero de mi salvación, pues miro hacia tu inmensurable misericordia, atrevo a acudir a Ti, acéptame Señor, Amante de la humanidad, como aceptaste a la ramera y al malhechor, como al publicano, como al hijo pródigo, y quítame el yugo pesado de mis pecados, Tú que has tomados los pecados del mundo, y curas las dolencias humanas. Pues no has venido Tú a llamar a los justos sino a los pecadores al arrepentimiento. Purifícame de toda impureza del cuerpo y del alma y enséñame a temerte con tu Santidad para que, teniendo la conciencia impecable pueda unirme a tu Santo Cuerpo y Sangre, Te tengo viviendo siempre dentro de mí. Sí Señor Jesucristo mi Dios, que no sea juicio esta comunión con tus vivificantes y purísimos Misterios, ni siquiera quede inválido en alma y cuerpo, por comulgar indignamente, sino déjame hasta el último suspiro tomar la porción de tu Santidad, para la comunión del Espíritu Santo la guía de la vida eterna, una buena respuesta en tu Temible juicio, para que yo, mutuamente con todos tus elegidos, reciba lo que preparaste a tus amados, en los cuales eres loado por los siglos. Amén.

Oración preparatoria para la comunión.
Oración de San Basilio el Grande
Conozco, oh Señor, que comulgo con tu purísimo Cuerpo y tu purísima Sangre, y que como y bebo mi propia condenación, sin considerar el valor de tu Cuerpo y tu Sangre, de mi Cristo y Dios. Pero, con atrevimiento acudo a tu misericordia, porque Tú has dicho: El que come de mi Carne y bebe mi Sangre está en Mí y Yo en él. Apiádate pues Señor, y no me condenes a mí, pecador, trátame según tu benevolencia, para que tus Santidades sean para mí curación, purificación, esclarecimiento, conservación, salvación y santificación del alma y cuerpo. Para rechazo de malos pensamientos y perversas acciones e influencia del diablo ejercida sobre mis miembros. Para corrección de mi vida. Para consolidar y aumentar las virtudes, para cumplir los mandamientos, para la comunión con el Espíritu Santo, Viático a la vida eterna, para la esperanza de merecer una favorable defensa en tu temible Tribunal. Que no me sean para juicio y condenación.


Oración de acción de gracias por la Sagrada Comunión
Oración de San Basilio el Grande
Oh Señor Jesucristo, Rey de los siglos y Creador de todo, Te doy las gracias por todas las cosas buenas que Tú me has otorgado y por la comunión de tus purísimos y vivificantes Misterios. Por tanto, yo te ruego, oh dador de gracias y amante de la humanidad: guárdame bajo tu protección y a la sombra de tus alas. Y concédeme que, con pura conciencia hasta mi último aliento, participe dignamente de tus Cosas santas, para la remisión de mis pecados y para la vida eterna; pues Tú eres el pan de vida, la fuente de toda santidad, el dador de todos los bienes y a Ti te glorificamos, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y en los siglos de los siglos. Amén.