lunes, 8 de junio de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON LA BEATA MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  Se hace hoy memoria de la beata María del Divino Corazón de Jesús Droste zu Vischering, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Buen Pastor, que promovió con tesón la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y solicitó al Papa León XIII la consagración al Corazón de Jesús. (1863-1899). Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo... 

MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma: En ese momento pensé: Tengo que llegar a ser religiosa! Hubiera preferido que mis oídos no lo hubieran escuchado, pero es imposible resistirse a la voz de Dios.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Señor, lo he dejado todo, absolutamente todo, para amarte hasta el último momento de mi vida y para difundir, tanto como yo pueda, la veneración de tu sacrosanto Corazón..”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“«Sí, Él es verdaderamente el Dios escondido en el Santísimo Sacramento, es nuestra vida y nuestro todo. Él esconde su divinidad y su humanidad para darse a nosotros e inspirarnos confianza. Los efectos de la visita de este Dios escondido, sea en su visita sacramental o simplemente en una visita de especial favor, están igualmente escondidos. Solo las almas a quienes Él se digna visitar tienen la oportunidad de comprenderlos.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Le aseguro que no conozco otro deseo que llevar, en la Orden del Buen Pastor, una vida pobre y humilde, y de consagrarme en cuerpo y alma al servicio de Dios y la salvación de las almas, en el lugar y la forma que El decida."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“El Señor se hacía mi Maestro los días de comunión y sobre todo cuando el Santísimo Sacramento estaba expuesto. Él se dignaba instruirme y consolarme. No encuentro palabras para expresar lo que era en mí el Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento… Me sentía abrasada del fuego del amor divino.”