jueves, 18 de junio de 2015

MES DE JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON SANTA TERESA 18 de junio

MES DE JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON SANTA TERESA
18 de junio

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
En el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, contemplemos el Corazón de Cristo, su amor constante hacia nosotros, y ofrezcámosle nuestro corazón con vivos deseos de hacer su voluntad. Con las mismas palabras de la Santa decimos:
 Vuestra soy, para Vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?
Dadme riqueza o pobreza,  dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,  dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo,  pues del todo me rendí: ¿qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón,  yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,  mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención, pues por vuestra me ofrecí. Amén.

MEDITACIÓN
PARA VOS NACÍ, ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?
El Señor nos manda: Dar de comer al hambriento y de beber al sediento.
Todo cuanto tenemos, ya sean bienes espirituales o bienes materiales son don de Dios. Nosotros somos administradores de esos talentos que hemos de hacer fructificar y compartir con los demás. 
Los bienes materiales que recibimos o hemos conseguido con nuestro trabajo han de servir para satisfacer nuestro sustento, y en la medida que podamos ayudar a los que pasan necesidad. Así, atesoramos tesoros en el cielo, donde no entra ni la polilla ni la carcoma.
Hoy, en pleno siglo XXI, en muchos lugares del planeta, hay mucha gente que muere de hambre y sed; mientras que en los países ricos se desperdicia la comida y se vive en el derroche.
La pregunta siempre es la misma: Y yo, ¿qué puedo hacer? Podemos hacer muchas cosas, pero pecamos si nos quedamos indiferentes ante las situaciones de injusticia y desigualdad que existen en nuestro mundo.
Desde la institución de Cáritas, la Iglesia ayuda a los necesitados. Colaborando con ella, podemos cumplir con nuestro deber de caridad hacia el prójimo.
Pidamos la gracia de un corazón compasivo  y generoso con aquellos que no tienen nada para comer.
Pidamos perdón por tantos pecados de indiferencia, despilfarro e injusticia.    
LETANÍAS FINALES AL CORAZÓN DE JESÚS