SON REPRENDIDOS LOS FARISEOS.
LUNES DE LA VIGESIMOCTAVA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
LUNES DE LA VIGESIMOCTAVA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
SON REPRENDIDOS LOS FARISEOS.
1.- Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y fariseos. Guardad y ejecutad todas las cosas que os dijeren (1). Aunque no sea bueno el superior, ha de ser no obstante obedecido, si es bueno lo que manda. Aunque sea malo el doctor, pero la doctrina sana, se ha de seguir y observar. No se ha de parar en el ejemplo. Mas no queráis hacer según sus obras. Nula es, pues, aquella excusa que sueles dar: El superior lo que manda no lo hace. Él de sí dará razón, y tú la darás de ti. Porque dicen y no hacen. Esto ha de estar muy lejos de ti. El decir bien no es la llave del cielo, sino el bien hacer. No te harán cargo de si hablaste bien, sino de lo que hiciste. ¡Qué cosa tan torpe es enseñar con la voz la virtud, y desaprobar con los hechos la doctrina que se enseña!
2.- Todas sus obras, pues, las hacen para ser vistos de los hombres (2). Otro vicio que reprende en los fariseos es que pretendían ser estimados y alabados de los hombres. Si a éstos agradaban, quedaban muy satisfechos. Desean con ansia los primeros asientos y las primeras cátedras, y las salutaciones en la plaza, o que públicamente se les corteje y honre. Si alcanzaban esto, ya se tenían por bienaventurados. No debes hacerlo así tu, que quieres ser siervo de Dios. Cierto es aquello del Apóstol: Si agradara a los hombres, no fuera siervo de Cristo (3). No puede menos que desagradar a Dios, el que desea agradar mucho a los hombres. Haz cuenta que has conseguido agradarles. Has conseguido tu paga (4).Mas juzga que trabajaste para coger solo humo.
3.- ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, que sois semejantes a los sepulcros blanqueados, que parecen por de fuera hermosos a los hombres, mas por adentro están llenos de huesos muertos y de toda bascosidad (5). Este es el tercer vicio que se reprende en ellos, la hipocresía o ficción de santidad. En donde hay virtud fingida, allí con toda certeza hay muy verdaderos vicios. Nada aprovecha, antes daña muchísimo, parecer una cosa sin haber realidad alguna de ella. Dios no mira a lo que pareces, sino a lo que eres Tal eres para con Dios, cual eres en tu ánimo, en tu conciencia. De Él has de ser juzgado para la eternidad, no de los hombres.
(1) Matth., 23. (2) Matth., 23. (3) Gal., 1. (4) Matth., 6. (5) Matth., 23.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.