jueves, 5 de diciembre de 2024

PARÁBOLA DE LOS TALENTOS. VIERNES DE LA VIGESIMOCTAVA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


PARÁBOLA DE LOS TALENTOS.

VIERNES DE LA VIGESIMOCTAVA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

VIERNES DE LA VIGESIMOCTAVA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PARÁBOLA DE LOS TALENTOS.

 

1.- Un hombre, partiéndose para lejanas tierras, llamó a sus criados, y les repartía sus bienes (1). También esta parábola persuade la preparación. A uno dio cinco talentos, a otro dos, a. otro uno: A cada uno según su propia virtud o alcance. Considera que recibiste de Dios los talentos de cuerpo y alma, de naturaleza y de gracia. Estas cosas no son tuyas, sino de Dios. ¿Te parece que has recibido poco? Dios las ha medido según tu virtud y talento. De lo poco que tengas has de dar razón. Y si hubieras recibido más, te serviría de daño ¿Con que fin se te dieron? para que negociases: Negociad mientras yo vuelvo (2). La ganancia que no haces, se pierde para el Señor. No puedes, pues, usar de lo que se te dio de otra suerte, que según sabes que quiere Dios. Y con todo has hecho lo contrario. ¿Qué harías con un criado que usase de tu caudal para sus comodidades y deleites? Repara si tú eres acaso como éste respecto de tu Señor.

2.- Después de mucho tiempo vino el Señor de aquellos criados, y se puso a tomarles cuentas (3). También te las tomará a ti, acaso bien prontamente. Y llegando el que había recibido cinco talentos, le presentó otros cinco de la misma suerte el que dos, le puso delante otros dos: Hicieron su logro a proporción de sus talentos. Uno y otro es llamado siervo bueno y fiel. Uno y otro es convidado al gozo de su señor. No es, pues, más premiado de Dios aquel que recibió más; porque atiende al uso de los talentos y de las gracias, no al numero de lo que se hace. No hubiera sido llamado siervo fiel y bueno el que recibió cinco talentos y hubiera ganado solo dos. Así no quiere Dios que alguna de sus gracias quede inútil. Luego debes procurar continuamente no recibir en vano alguna gracia. Sé, pues, ahora para esto vigilante.

3.- El que había recibido un talento dice: Señor, se que eres un hombre terrible y, temiéndote, fui y escondí tu talento en la tierra. Vélo ahí, que ahí tienes lo que es tuyo (4). No perdió el talento, sino lo guarda bien. ¿Cómo, pues, es reprendido de siervo malo y perezoso? Porque no negoció ni hizo ganancia, que era lo que el Señor le pedía. Así, pues, castiga Dios un solo talento malogrado por descuido. ¿Qué responderás tú, que tanto sepultaste en la tierra, abusando de las gracias que se te dieron para lograr los bienes celestiales, abusando de ellas para sensual comodidad? Luego ahora ya finalmente de tal modo has de velar sobre tus cosas, que merezcas oír al tiempo de la cuenta: Ea, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor.

 

(1) Ibid. (2) Luc., 19. (3) Matth., 25. (4) Ibid.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.