Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria de san Ambrosio, obispo de Milán y doctor de la Iglesia, que descansó
en el Señor el día cuatro de abril, que en aquel año coincidía con la vigilia
pascual, pero al que se venera en la fecha de hoy, en la que siendo aún
catecúmeno fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras ejercía el
oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles,
ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la
libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos,
y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. Con
alguna de sus enseñanzas meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“He
aquí, dice, la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Admira la
humildad, admira la entrega. Se llama a sí misma la esclava del Señor, la que
ha sido escogida para ser su Madre; no la ensorbebece esta promesa inesperada.
Más aún, al llamarse esclava, no reivindicó para sí algún privilegio de una
gracia tan grande; realizaría lo que le fuese ordenado; pues antes de dar a luz
al Dulce y al Humilde convenía que ella diese prueba de humildad. He aquí la
esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Observa su obediencia,
observa su deseo; he aquí la esclava del Señor: es la disposición para servir;
hágase en mí según tu palabra: es el deseo concebido..”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Que
el alma de María esté en cada uno para glorificar al Señor; que el espíritu de
María esté en cada uno para exultar en Dios.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Señor,
toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te
ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"En
todo momento tu corazón y tu boca deben meditar la sabiduría, y tu lengua
proclamar la justicia, siempre debes llevar en el corazón la ley de tu Dios.
Por esto te dice la Escritura: Hablarás de ellas estando en casa y yendo de
camino, acostado y levantado. Hablemos, pues, del Señor Jesús, porque él es la
sabiduría, él es la palabra, y Palabra de Dios."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Hemos
de compartir la voluntad del amigo, revelarle confidencialmente lo que tenemos
en el corazón y no ignorar nada de cuanto él lleva en el suyo. Abrámosle nuestra
alma, y él nos abrirá la suya. En efecto, el Señor declara: os he llamado
amigos porque os he comunicado todo lo que he oÍdo a mi Padre (Jn 15, 14). El
verdadero amigo, pues, no oculta nada al amigo; le descubre todo su ánimo, así
como Jesús derramaba en el corazón de los Apóstoles los misterios del Padre.”