viernes, 8 de diciembre de 2023

AVE LLENA DE GRACIA. CATENA AUREA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO

 

Comentarios al Evangelio

De la fiesta de la Inmaculada Concepción

de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino

 

Y al sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María. (vv. 26-27)
 

Beda

Como la encarnación de Cristo debía tener lugar en la sexta edad del mundo y había de aprovechar para el cumplimiento de la ley, el ángel enviado a María anuncia oportunamente, en el sexto mes de la concepción de Juan, al Salvador que había de nacer. Por eso se dice: "En el sexto mes". El sexto mes es el de marzo, en cuyo día 25 nuestro Señor fue concebido y se dice que padeció. Así como nació el día 25 de diciembre por lo que si, según algunos creen, en este día tiene lugar el equinoccio de la primavera, o si en aquél creemos que se verifica el solsticio del invierno, conviene que sea concebido y nazca con el incremento de la luz Aquel que ilumina a todo hombre que viene a este mundo ( Jn 1,9). Mas si alguno objetare que los días crecen o son mayores que la noche antes del tiempo del nacimiento y de la concepción de nuestro Señor, le contestamos que San Juan anunciaba el reino de los cielos antes de su advenimiento.
 

San Basilio

Los espíritus celestiales no vienen a nosotros por sí mismos, sino cuando conviene para nuestra utilidad, porque atienden al decoro de la divina sabiduría; de donde sigue: "Fue enviado el ángel Gabriel".
 

San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 34

A María Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel. Procedía que viniese un ángel de los primeros a anunciar los misterios. Se le designa por su propio nombre, el cual muestra lo que vale en sus obras, pues el nombre de Gabriel significa fortaleza de Dios 1. Por la fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las virtudes y poderoso en la guerra para vencer en todas las batallas, venía a destruir las potestades del infierno.
 

Glosa

Se indica, pues, el lugar a donde se envía cuando se añade: "A la ciudad de Nazaret". Porque nazareno, esto es, Santo de los Santos, era el que se anunciaba que había de venir.
 

Beda, in homilia de Fest. Annunt

Digno principio de la restauración humana ha sido que se enviare por Dios un Angel a la Virgen, que había de ser consagrada con un parto divino. Porque la primera causa de la perdición humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por el espíritu de la soberbia. De aquí se sigue, que el Angel fue enviado a una virgen.
 

San Agustín, de sancta virginitate, 5

Sólo la virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que en su nacimiento no pudo tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor naciese, según la carne, de una Virgen por medio de un milagro insigne para dar a entender que sus miembros debían nacer de la Iglesia virgen, según el espíritu.
 

San Jerónimo

Con razón se envía un ángel a la Virgen, porque la virginidad es afín de los ángeles. Y ciertamente, vivir en carne fuera de la carne, no es una vida terrestre, sino celestial.
 

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 4

No anuncia el Angel a la Virgen después del parto, para que entonces no se turbe en demasía, sino que le habla antes de la concepción. No en sueños, sino presentándose de una manera visible. Porque como había de recibir una gran revelación, necesitaba de una visión solemne antes del cumplimiento.
 

San Ambrosio

Dijo bien ambas cosas la Sagrada Escritura: que sería desposada y Virgen. Prosigue, pues, diciendo "desposada". Virgen, para que constase que desconocía la unión marital. Desposada, para que quedase ilesa de la infamia de una virginidad manchada, cuando su fecundidad pareciese signo de corrupción. Quiso más bien el Señor que algunos dudasen de su nacimiento que de la pureza de su Madre. Sabía que el honor de una Virgen es delicado y la reputación del pudor, frágil. Y no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase con las injurias de su Madre. Se sigue también que, así como la Santísima Virgen fue íntegra por su pudor, así su virginidad debió ser inviolable en la opinión. No convenía dejar a las vírgenes que viven en mala reputación esa apariencia de excusa, es decir, que la Madre misma del Señor pareciese difamada. ¿Qué se hubiera podido reprochar a los judíos y a Herodes si hubiese parecido que perseguían el fruto de un adulterio? ¿Cómo hubiera podido decir El mismo: "No vine a destruir la ley, sino a cumplirla" ( Mt 5,17), si hubiese parecido comenzar por una violación de la ley, que condena el parto de la que no está casada? ¿Qué, por otra parte, da más fe a las palabras de la Virgen y remueve todo pretexto de mentira? Madre, sin estar casada, hubiera querido ocultar su falta con una mentira. Pero casada, no tenía motivo para mentir, puesto que la fecundidad es el premio y la gracia de las bodas. Tampoco es pequeña causa que la virginidad de María engañase al príncipe del mundo, el cual, viéndola desposada con un hombre, nada pudo sospechar respecto de su parto.
 

Orígenes

Si no hubiese tenido esposo, aquel misterio hubiese dado que pensar al diablo, respecto de cómo pudo quedar embarazada la que no había tenido trato con varón. Esta concepción -diría- debe ser divina, debe ser algo superior a la naturaleza humana.
 

San Ambrosio

Sin embargo, engañó más a los diablos. Porque la malicia de los demonios descubre hasta las cosas ocultas. Mas los que se ocupan en las vanidades del mundo no pueden conocer las cosas divinas. Por eso Dios se sirve del marido -el testigo más seguro del pudor- que hubiese podido quejarse de la injuria y vengar el oprobio, si no conociese el misterio. Se dice de él: "Se llamaba José, de la casa de David".
 

Beda, homil. de Annunt. Sup

Lo cual no sólo se refiere a San José, sino también a la Virgen María. Estaba mandado por la ley que cada uno tomase mujer de su propia tribu o familia. Prosigue el mismo evangelista: "Y el nombre de la Virgen era María".
 

Beda

La palabra María en hebreo quiere decir estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con razón, porque mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz constante de los siglos.
 

Notas

1. Gabriel: hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte.

 

 

28-29

Y habiendo entrado el Angel donde estaba María, le dijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres": Y cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación sería ésta. (vv. 28-29)
 

San Ambrosio

Conoce aquí a la Virgen por sus costumbres. Sola en sus habitaciones, a quien ningún hombre veía, sólo un ángel podía encontrarla. Por ello se dice: "Y habiendo entrado el ángel a donde estaba María". Y para que no fuese manchada con un coloquio indigno de ella, es saludada por el ángel.
 

San Gregorio Niseno, orat. in Christi Nativit

En contraposición de la voz dirigida a la primera mujer, ahora se dirige la palabra a la Virgen. En aquélla se castiga con los dolores del parto la causa del pecado, en ésta se destierra la tristeza por medio del gozo. Así el ángel anuncia con razón la alegría a la Virgen, diciendo: "Dios te salve". Según otros comentaristas, el ángel atestigua que es digna de ser desposada cuando dice: "Llena de gracia". Esta abundancia de gracias se muestra al esposo como una dote o arras, de las cuales se dice: Estas son de la esposa, aquéllas del esposo.
 

San Jerónimo

Y en verdad que es llena de gracia, porque a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente es llena de gracia aquella por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia abundante del Espíritu Santo. Ya estaba con la Virgen quien le enviaba su ángel y el Señor se anticipó a su enviado. No pudo ser contenido en un lugar, Aquel que está en todas partes; de donde sigue: "El Señor es contigo".
 

San Agustín, en el serm. de Nativit. Dom. 4

Más que contigo, El está en tu corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena tu vientre.
 

Griego

Este es el complemento de toda la embajada: el Verbo de Dios como Esposo que se une de una manera superior a la razón, como engendrando El mismo y siendo engendrado, adaptó a sí mismo toda la naturaleza humana. Al final se pone como complemento perfectísimo: "Bendita eres entre las mujeres", a saber, una sola entre todas las mujeres. Para que también sean bendecidas en ti las mujeres como los hombres serán bendecidos en tu Hijo, o más bien en los dos unos y otros. Porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo el pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la bendición y la alegría, y se derraman sobre todos.
 

San Ambrosio

Conoced a la Virgen por la vergüenza, porque se turbó, pues sigue: "Y cuando ella esto oyó, se turbó". Temblar es propio de las vírgenes, y el sobresaltarse cuando se acerca un hombre y temer todo trato de los hombres. Aprended, vírgenes, a evitar toda licencia de palabras. María se conturbaba hasta de la salutación del ángel.
 

Griego

Como ella estaba acostumbrada a aquella clase de apariciones, el Evangelista no atribuye la turbación a lo que ve, sino a lo que oye, diciendo: "Se turbó con las palabras de él". Considerad el pudor y la prudencia de la Virgen y su alma, al mismo tiempo que su voz. Oída la alegre noticia, examinó lo que se le había dicho y no resiste abiertamente por incredulidad, ni se somete al punto por ligereza, evitando a la vez la ligereza de Eva y la resistencia de Zacarías. Por esto continúa: "Y pensaba qué salutación sería ésta", no la concepción. Porque todavía ignoraba la profundidad del misterio. ¿Mas la salutación es por ventura libidinosa, como dirigida por un hombre a una Virgen? ¿Es divina, puesto que se hace mención de Dios, diciendo: "El Señor es contigo"?
 

San Ambrosio

Admiraba también la nueva fórmula de salutación, que nunca se había oído hasta entonces, pues estaba reservada solamente para María.
 

Orígenes

Si María hubiese conocido que se había hecho una salutación semejante a algún otro -como que conocía perfectamente el concepto de la ley- nunca se hubiese asustado ante ésta como si fuese extranjera.