jueves, 7 de diciembre de 2023

8-XII. DE LA CONCEPCIÓN SIN MANCHA DE LA VIRGEN. MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

8 DE DICIEMBRE

DE LA CONCEPCIÓN SIN MANCHA DE LA VIRGEN

 

MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

 

8 DE DICIEMBRE

DE LA CONCEPCIÓN SIN MANCHA DE LA VIRGEN

 

1. Aún no había abismos y yo ya era concebida[1]. El pecado original es un abismo que nos ensoberbece a todos. MARÍA fue exenta de caer en él; porque, como dice san Anselmo: era decente que resplandeciese con tal pureza, que después que la de Dios, no se puede concebir mayor. Advierte cuánto atiende Dios a lo que le es decente. ¡Oh! ¡si tú atendieses también a lo que es decente y justo a ti, a tu estado y a tu vocación!

 

2. Toda eres hermosa, amiga mía, y no hay mancha en ti[2]. No sólo no hubo pecado en la bienaventurada Virgen, pero ni fómite, ni concupiscencia, ni mala inclinación; y así con suma tranquilidad y concordia su carne, y los sentidos todos, estaban sujetos al espíritu y a la razón. Pero tú, ¿no sientes otra ley en tus miembros? Alcanzarás paz en ti, si reprimes tus concupiscencias y malas inclinaciones; si te gobiernas sólo por lo que es razón y espíritu, no por lo que es carne y solamente sensualidad.

 

3. En mí está la gracia de todo camino y verdad[3]. Dio en el primer instante Dios a la beatísima Virgen mayor gracia habitual que a todos los hombres y Ángeles; perfecto uso del entendimiento y conocimiento de Dios; una voluntad más amante que la de los serafines todos; gracias muy eficaces con que desde luego empezó a obrar con la mayor intención. ¿Cuándo empleaste tú en Dios tu voluntad y entendimiento? ¡Mira de qué modo! ¿Has por ventura cooperado a las gracias que te dio? ¿Cooperaras en adelante?

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.



[1] Prov. 8.

[2] Cant, 4.

[3] Eccli,, 24.