miércoles, 20 de diciembre de 2023

21 DE DICIEMBRE. OFRÉCESE CRISTO AL PADRE ETERNO EN EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCIÓN

21 DE DICIEMBRE

OFRÉCESE CRISTO AL PADRE ETERNO EN EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCIÓN

 

MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

 

21 DE DICIEMBRE

OFRÉCESE CRISTO AL PADRE ETERNO EN EL PRIMER INSTANTE DE SU CONCEPCIÓN

 

1. En entrando en el mundo dice: No quisiste (otra) hostia y sacrificio; pero me dispusiste y formaste cuerpo. Entonces dije: Mira, que aquí estoy[1]. Al Padre se ofrece a sí y a sus cosas, el cuerpo, el alma (porque conoce que de Él lo recibió todo) y con una prontitud extrema. ¿Qué tienes tú, que no hayas recibido de Dios? ¿Por qué no se lo sacrificas todo? ¿Por qué te consagras a ti, y a tus sentidos tantas cosas?

 

2. Vedme aquí, que vengo para hacer, Dios mío, tu voluntad[2]. Conoció luego que le decretaba Dios la pobreza, la ignominia, la pasión, la muerte. Admite prontísimamente en el mismo instante la cruz, traspasando toda su voluntad en la de Dios. Cotéjate con Cristo en conformarte con la voluntad divina, en especial en las cosas arduas. Mira cuánto amas o huyes de la cruz.

 

3. Lo que le agrada, eso hago siempre[3]. Porque sumamente le place su gloria y nuestra salud. A esto enderezó luego su intención, y esta fue siempre purísima. Todo lo pierdes, si no lo diriges a este fin. ¡Oh! ¡qué pérdida tan grande hasta aquí has hecho! Lo que en adelante hicieres sea tan puro, que nada se le mezcle de sensual.

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.



[1] Hebr., 10.

[2] Ibid.

[3] Joan., 8.