jueves, 14 de diciembre de 2023

15 DE DICIEMBRE. ES DESEADO EL REDENTOR DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS

15 DE DICIEMBRE

ES DESEADO EL REDENTOR DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS

 

MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

15 DE DICIEMBRE

ES DESEADO EL REDENTOR DE LOS PATRIARCAS Y PROFETAS

 

1. Cielos, enviad vuestro rocío de lo alto, y las nubes lluevan al Justo[1]. Quiso Dios que fuese deseado el prometido Redentor, para que hubiese, para lograrlo, alguna disposición de nuestra parte. ¿Qué menos pudo pedir, para conseguir gracia tan grande, que un deseo? Mira que quiere venir a ti Dios. Y ¡qué tibiamente le deseas, sabiendo apetecer con tanto ardor otras cosas! Quiere Dios ser deseado de ti, pues quiere unirse contigo. Deja, pues, otros deseos, para emplearte en este solo.

 

2. Envía al que has de enviar[2]. Considera cuán ardiente era éste, su deseo, que noche y día daban clamores a los cielos, a las nubes, a la tierra para que viniese el que había de ser enviado. Estos afectos alcanzaron que se acelerase la Encarnación. Si atiendes a lo flojo de tus deseos, no te quejarás de no ser oído. Córrete de desear con tanto ardor las cosas agradables a los sentidos, y con tanta tibieza las divinas. ¿Qué te impide? La afición a las cosas criadas.

 

3. Hémosle esperado y nos salvará[3]. Pasábanse los siglos, las desdichas se aumentaban, el Prometido no venía: con todo eso, le esperaban firmes en su esperanza, así los que vivían, como las almas de los que estaban en el limbo. Y la causa era, porque conocían bien su necesidad y la grandeza del beneficio prometido. Desearías tú con más constancia, si confiases en Dios, si ponderases tus necesidades, si conocieses qué bien tan grande sea tener a Dios. Procura mantener y aumentar con tales consideraciones tus deseos.

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.


[1] Isai., 45.

[2] Exod., 4,

[3] Isai. 25.