Santo Rosario.
Por la
señal...
Monición inicial: En este mes de noviembre se
nos invita con varias celebraciones y conmemoraciones a considerar las verdades
sobre las realidades últimas del hombre, los novísimos: muerte, juicio,
purgatorio, cielo, infierno. Ayudados por enseñanzas de S.S. el Papa Benedicto
XVI meditaremos en estas verdades; confiados en la poderosa intercesión de la
Virgen a la que cada vez que la invocamos en el Avemaría, le pedimos que ruegue
por nosotros ahora, pero también en la hora de nuestra muerte.
Tengamos una intención especial por nuestros familiares, amigos y bienhechores difuntos; pidamos por el eterno descanso de las almas del purgatorio más necesitadas y olvidadas.
Tengamos una intención especial por nuestros familiares, amigos y bienhechores difuntos; pidamos por el eterno descanso de las almas del purgatorio más necesitadas y olvidadas.
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Después de cada misterios se puede añadir:
V/. Requiem aeternam dona eis, Domine.
R/. Et lux perpetua luceat eis.
V/. Requiescant in pace.
R/. Amén.
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V/. Dales, Señor, el descanso eterno.
R/. Y brille para ellos la luz perpetua.
V/. Descansen en paz.
R/. Amén.
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Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
He resucitado y ahora estoy siempre
contigo”, nos dice el Señor, y mi mano te sostiene. Donde quiera que puedas
caer, caerás entre mis manos, y estaré presente incluso a las puertas de la
muerte. A donde ya nadie puede acompañarte y a donde no puedes llevar nada,
allí te espero para transformar para ti las tinieblas en luz.”
Para quien vive en Cristo, la muerte
es el paso de la peregrinación terrena a la patria del cielo, donde el Padre
acoge a todos sus hijos.
2.- La Ascensión del Señor
Ante el silencio de la muerte, al
desvanecerse las expectativas humanas, sentimos viva la esperanza cristiana,
que, más allá de las apariencias, descubre el amor de Dios, fiel a sus
promesas.
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre
los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Aprovechar la vida mortal para
realizar obras de misericordia es verdadera sabiduría, porque, después de la
muerte, eso ya no será posible. Cuando nos despierten para el juicio final,
este se realizará según el amor practicado en la vida terrena [cf. Mt 25,
31-46]. Y este amor es don de Cristo, derramado en nosotros por el Espíritu
Santo.”
“Quien se compromete a vivir como él, es
liberado del temor de la muerte.”
4.- La Asunción de María Santísima a los
Cielos
“Iluminados por la fe, contemplamos el
enigma humano de la muerte con serenidad y esperanza. Según la Escritura, más
que un final, es un nuevo nacimiento, es el paso obligado a través del cual
podemos llegar a la vida plena los que conforman su vida terrena según las
indicaciones de la palabra de Dios.”
5.- La Coronación De La Virgen Como
Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“Para quien vive en Cristo, la muerte
es el paso de la peregrinación terrena a la patria del cielo, donde el Padre
acoge a todos sus hijos..”