TRABAJAR Y PADECER POR
CRISTO
Siempre hemos visto que los que más
cercanos anduvieron a Cristo nuestro Señor fueron los de mayores trabajos:
miremos los que pasó su gloriosa Madre y los gloriosos apóstoles.
¿Cómo pensáis que pudiera sufrir San
Pablo tan grandísimos trabajos? Por él podemos ver qué efectos hacen las
verdaderas visiones y contemplación, cuando es de nuestro Señor y no
imaginación o engaño del demonio. ¿Por ventura escondióse con ellas para gozar
de aquellos regalos y no entender en otra cosa? Ya lo veis, que no tuvo día de
descanso, a lo que podemos entender, y tampoco le debía tener de noche, pues en
ella ganaba lo que había de comer [7].
Gusto yo mucho de San Pedro cuando
iba huyendo de la cárcel y le apareció nuestro Señor y le dijo que iba a Roma a
ser crucificado otra vez. Ninguna rezamos esta fiesta adonde esto está, que no
me es particular consuelo [8].
¿Cómo quedó San Pedro de esta merced
del Señor, o qué hizo? Irse luego a la muerte; y no es poca misericordia del
Señor hallar quien se la dé.