domingo, 16 de noviembre de 2014

MI DIOS OCULTO. ORACIÓN DE LA BEATA MARÍA DE LA PASIÓN


Mi Dios oculto, yo te adoro. Estás ahí en la Eucaristía, hombre y Dios,
y yo si por fin correspondiese a tu gracia, mi humildad se uniría a la tuya,
más aún, la uniría a tu divinidad y participaría en todos tus atributos.
¡Oh misterio insondable de amor!
Unida al Todopoderoso, cuál no sería ¡oh Dios mío! mi poder por tu gloria,
por la Iglesia, la Orden, el Instituto, las almas, mi alma.
Y este poder que vislumbro, siento que tu lo quieres.
Unida al Eterno, cuán estable sería en mi amor, en mis resoluciones,
en mis afectos, en mis empresas ¡en todo!
Unida a la Inmensidad infinita, qué grandeza y qué extensión no abarcaría
todo lo que soy y todo lo que hago.
Unida al Dios Santo, engendro en mí la santidad y rechazo todo lo que se le opone.
Unida a la Sabiduría infinita, ella conducirá mis caminos y yo dejaré
de mezclar en ellos mis puntos de vista humanos.
Unida a la Bondad infinita, seré bondadosa y buena para con Dios,
para todos, para conmigo misma, con una bondad que será la tuya.
Unida a la Paciencia infinita, mi abandono al amor será perfecto.
Unida a la Justicia infinita, seré verdad en todas las cosas.
Unida a su Misericordia infinita, seré madre con una maternidad sobrenatural
para todas las almas y para todas las causas.
En unión con Dios, Hostia de amor, seré víctima de amor.
¡Señor mío y Dios mío, yo te adoro!
Dime también, mete tu mano en mi costado.
Más que mi mano, Señor, haz que entre totalmente
en tu Ser divino por la Eucaristía, para no salir jamás.