LA CARIDAD, PRUEBA DE LA UNIÓN CON DIOS
Cuando vierais que falláis en la caridad, aunque tengáis devoción y
regalos y os parezca que habéis llegado a la unión y algún éxtasis aparente en
la oración de quietud, que algunas creerán que ya está todo hecho, creedme que
no habéis llegado a unión, y pedid a nuestro Señor que os de con perfección
este amor al prójimo y dejad hacer a Su Majestad, que él os dará más que sepáis
desear, si vosotras os esforzáis y procuráis la caridad en todo lo que
pudiereis y negáis vuestra voluntad para que se haga en todo la de las
hermanas, aunque perdáis de vuestro derecho, y olvidáis vuestro bien por el
suyo, aunque os cueste mucho, y procuráis cargar con el trabajo por quitarlo al
prójimo, cuando se presente la ocasión. No creáis que esto no os ha de costar y
que os lo vais a encontrar hecho (V M 4, 9).