ANTE LA GRANDEZA DE DIOS,
RECOGIMIENTO
Son tantas las cosas que veo y lo que
entiendo de las grandezas de Dios y cómo las ha conducido, que casi ninguna vez
comienzo a pensar en ello que no me falle el entendimiento, como quien ve cosas
que sobrepasan en mucho lo que puedo entender y quedo en recogimiento (Cc 3ª
11).