miércoles, 21 de octubre de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN EUGENIO DE MAZENOD


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se celebra en este día a San Eugenio de Mazenod, obispo, que fundó los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, para evangelizar a los pobres, y durante cerca de 25 años ilustró infatigablemente a la Iglesia con sus virtudes, su labor, sus sermones y sus escritos. Murió el día 21 de mayo del año 1861. Propagador del rezo del rosario, su intención era contemplar el misterio de Cristo con los ojos de María.
Con sus palabras, meditamos el Rosario y lo ofrecemos para que también nosotros seamos cooperadores de Cristo Salvador.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“Convertíos, pues, volved a Dios, y tomad para ello el único medio que el Señor os ha dejado. Dad este primer paso, el único que debe costaros, llegad hasta nosotros. Venid a mostrar vuestras llagas a los únicos médicos que Dios ha establecido para curarlas; como sabéis, a los leprosos del Evangelio se les ordenó que se presentaran a los sacerdotes, y el Señor que había escuchado su ruego no quiso curarlos sino por el ministerio de aquellos a quienes había dado ese poder en la tierra. Así es también entre nosotros; es el Salvador quien cura, pues solo a Dios corresponde obrar ese prodigio; pero cura por sus ministros, y cura como Dios, pues observad que una palabra le basta para esa resurrección, como le bastó una palabra para crear el universo..”
2.- La Ascensión del Señor
“No puedo acostumbrarme a vivir separado de aquéllos que amo, no tengo gozo fuera de ellos ¡Oh!, qué bien estaremos en el cielo cuando estemos todos juntos! No habrá entonces viajes ni separación, y aunque absorbidos en Dios, amaremos todavía y mucho a nuestros amigos.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“No basta recibir favores, hay que aprovecharlos y corresponder a la misericordia de Dios, que es verdaderamente incomprensible para pobres y miserables pecadores como nosotros.”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Debemos renovarnos, sobre todo en la devoción a la santísima Virgen, para hacernos dignos de ser Oblatos de la Inmaculada María. ¡Pero si es un pasaporte al cielo! ¿Cómo no lo habíamos pensado antes? Reconozcamos que será tan glorioso como consolador estarle consagrados de un modo especial y llevar su nombre. ¡Oblatos de María!”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.

“La devoción a la Santísima Virgen debe superar a todas las demás, porque esa gloriosa Madre de Dios la llama la Iglesia, nuestra vida y nuestra esperanza. Es moralmente imposible que una alma pueda hacer algún progreso en los caminos de la perfección si está desprovista de esa tierna y sincera devoción para la Santísima Madre de Dios.”