EL DESASIMIENTO
Ahora vengamos a tratar del desasimiento
que hemos de tener, porque en esto está el todo, si se hace con perfección.
Digo que en esto está el todo porque, si nos abrazamos con solo el Creador y no
nos interesa nada de lo creado, Su Majestad infunde tan copiosamente las
virtudes, que practicando nosotros poco a poco lo que está en nuestra mano, no
tendremos necesidad de luchar mucho, porque el Señor carga su mano contra los
demonios y contra todo el mundo (C 8, 1).