Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Entre los
santos y beatos de este de día de ayer, se encuentra el beato Carlos Gnocchi, sacerdote de
Milán, llamado "el apóstol de los mutilados" por su especial
dedicación a los huérfanos y heridos de guerra, particularmente a los niños.
Falleció de un cáncer el 28 de febrero de 1956, a la edad de 54 años.
Como
testimonio de su devoción y amor a la Virgen, puso bajo su protección casi
todos los centros de su fundación.
MISTERIOS
GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de
la Virgen María.
“El hombre debe
absolutamente superarse y donarse, porque si no se atrofia. El individuo aspira
con toda su fuerza a convertirse en persona. Pero esto no lo puede hacer sino
es siguiendo la vocación para la cual ha sido enviado al mundo. Solo en este
caso el servicio no es abatimiento; sino edificación de la personalidad. Porque
el hombre no puede servir sino es por algo que lo supera y lo eleva: y esta es
la voluntad de Dios, manifestada en la vocación del hombre de hoy.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Muchos se preocupan
de sentirse bien, más que de vivir bien,
por lo que acabarán sintiéndose mal. Trata de hacer todo el bien en la
vida y acabarás sintiéndote muy bien.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“En medio de la
ajetreo y el bullicio, no se olvide de nuestro pobres. Sería como dejar al
Señor en el momento de la prueba y la Pasión, como por desgracia hicieron los
discípulos temerosos. Las dificultades del momento, no deben enfriarnos, sino
empujarnos a una mayor caridad. Sepa que no hay medio más eficaz para abreviar
la prueba y alejar las desgracias que el de la caridad. Lo afirma la Sagrada
Escritura, lo demuestra repetidamente la historia de la Iglesia. En tiempos de
calamidad, tiempo de vivir la caridad.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño
Jesús en el templo
"Los hijos no
son de los padre, son de Dios. Ellos tienen una misión en el mundo y una
batalla propia, con la bendición de sus padres."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el
templo
“Cuando
se acepta el don de la vida, don supremo de Dios, acto gran de fe por parte de
los que son custodio de una alma para educarla para la vida del cielo, Dios lo
recompensa con la alegría más pura… ¡Qué bella, y digo heroica, la empresa de
la vida, cuando se la ve cristianamente, cuando se la ve desarrollarse, incluso
en medio de las penas y dificultades, bajo la mirada y la dirección del Padre
que está en el cielo y que todo lo conduce y guía a la salvación y felicidad
eterna de nuestras almas! Incluso el dolor, como purificación y desapego de las
cosas terrestres, para unirnos más directamente a Dios.