martes, 24 de mayo de 2022

DÍA 25. BREVE MES DE MARÍA. CONSOLATRIX AFFLICTORUM

 

DÍA 25. BREVE MES DE MARÍA. CONSOLATRIX AFFLICTORUM

Breve mes de María. Devoto obsequio de las familias cristianas a la Madre de Dios en el mes de Mayo compuesto principalmente con textos de san Alfonso María de Ligorio y ejemplos escogidos.

 

+Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A fin de que sea más eficaz nuestra oración delante de Dios y muy agradables nuestros obsequios a la Virgen María, poniéndonos en su santa presencia, purifiquemos antes nuestra alma de los pecados y faltas haciendo de todo corazón un acto de contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.

 

Oración para comenzar todos los días: 

Acordaos, oh piadosísima Virgen María,

que jamás se ha oído decir

que ninguno de los que han acudido a tu protección,

implorando tu asistencia y reclamando tu socorro,

haya sido abandonado de ti.

Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes,

y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,

me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.

No deseches mis humildes súplicas,

oh Madre del Verbo divino,

antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén

***

MES DE MARÍA

DÍA 25

 

CONSIDERACIÓN

Consolatrix afflictorum (Consuelo de los afligidos). Escribe san Germán: ¿Quién, después de vuestro Hijo, tiene tanto cuidado del linaje humano como Vos? ¿Quién nos consuela así en nuestras aflicciones? No, replica san Antonino, ningún santo se encontrará que se compadezca tanto de nuestras flaquezas como esta Mujer, es decir, la bienaventurada Virgen María. Y puesto que las flaquezas que más la afligen son las del alma, por esto el beato Enrique Susó llama a María Consoladora fidelísima de los pecadores. Basta que mostremos a María las heridas de nuestra alma, para que ella nos socorra en seguida con sus ruegos y nos consuele. Y escribe Ricardo de San Víctor,  que su piedad nos previene y nos socorre antes de que sea invocada. Digámosle, pues con san Buenaventura: ¡Oh, María!, consoladnos siempre, especialmente en la hora de la muerte: venid entonces a tomar nuestras almas, para presentarlas a vuestro Hijo, que las ha de juzgar.

 

EJEMPLO

San Alfonso María de Ligorio, ya en su juventud, renunció a sus derechos de heredero y al brillante porvenir que el mundo le ofrecía, y colgó su espada en el altar de Nuestra Señora de la Merced. Escribió el libro devotísimo que lleva por título «Glorias de María» y predicaba de ella con tal fervor, que algunas veces los oyentes le vieron extasiado, con el rostro iluminado por un rayo de luz que salía de la imagen de la- Virgen María.

Si somos muy devotos de María, también hablaremos con fervor y entusiasmo de sus glorias y de sus gracias, con gran provecho nuestro y edificación del prójimo.

 

PEREGRINACIÓN Y VISITA ESPIRITUAL

Hoy haremos la peregrinación y la visita espiritual a NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA, EN MADRID, y unidos en espíritu con todos los fieles que hoy practican esta devoción, pidámosle las gracias especiales que más nos convengan. (3 Avemarías)

 


FLOR ESPIRITUAL PARA MAÑANA

Poner todas nuestras cosas, nuestro porvenir y la salvación eterna en manos de María, con plena y segura confianza.

 

DESPEDIDA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.