domingo, 15 de mayo de 2022

15 de mayo. San Juan Bautista de la Salle, confesor

 

15 de mayo. 

San Juan Bautista de la Salle, confesor

Juan Bautista nació en Reims, de noble linaje; siendo niño, con su carácter y obras mostró que había de ser llamado a escoger al Señor y que se distinguiría por su santidad. En su adolescencia, cursó en la academia de Reims las letras y las disciplinas filosóficas. En ese tiempo, si bien era apreciado de todos por sus virtudes y su ánimo amable, se apartaba de la compañía de sus semejantes para poderse dedicar más a Dios en la soledad. Tras ser admitido en la milicia sagrada, fue inscrito entre los canónigos de Reims a la edad de 16 años. Luego se dirigió a París para estudiar la sagrada teología en la Sorbona, y fue recibido como alumno en el seminario de San Sulpicio. Pero, privado de sus padres, tuvo que volver a su casa, encargándose de la educación de sus hermanos. Ni en este tiempo dejó los estudios sagrados, consagrándose a ellos con fruto, como luego se demostró.

Ya sacerdote, con la misma ardiente fe y fervor que celebró la primera Misa, continuó durante todo el curso de su vida la celebración de los divinos misterios. Inflamado por el deseo de la salvación de las almas, se consagró a procurar el bien de las mismas. Se encargó de la dirección de las Hermanas del Niño Jesús, destinadas a la educación de las niñas, a las cuales, no sólo gobernó prudentemente, sino que las preservó de la ruina. Desde entonces se dedicó a la formación religiosa y moral de los niños del pueblo. Dios le había suscitado para este fin: para que proporcionase de un modo eficaz y permanente, escuelas a los niños, y especialmente a los pobres, mediante la fundación en la Iglesia, de una familia de religiosos. La misión que Dios le había confiado en su providencia, la hizo en medio de grandes dificultades, instituyendo la Congregación de los Hermanos, que llamó de las Escuelas Cristianas.

Primero recibió en su casa a los compañeros que había escogido para una obra tan importante y tan ardua; mas en cuanto los hubo albergado en una residencia más apropiada, les inculcó su excelente disciplina mediante sabias leyes, que después fueron aprobadas por el papa Benedicto XIII. Por humildad y por amor a la pobreza, renunció a su canonicato, distribuyendo todos sus bienes entre los pobres. Hizo aún más, ya que más tarde se despojó también del gobierno del Instituto que había creado. Sin renunciar a su solicitud hacia los hermanos y las escuelas que había fundado en muchos lugares, se dedicó con más intensidad a las cosas de Dios. Era constante en los ayunos, maceraciones y otras mortificaciones; pasaba las noches en oración. Distinguiose en la práctica de todas las virtudes, y principalmente por su obediencia, por el celo en el cumplimiento de la divina voluntad, y por su amor y devoción para con la Sede Apostólica. Lleno de méritos, y recibidos devotamente los santos Sacramentos, murió en el Señor, a la edad de 72 años. El papa León XIII le inscribió en el catálogo de los Beatos, y como resplandeciera con nuevos milagros, le distinguió con los honores de los Santos en el año jubilar de 1900.

 

Oremos.

Oh Dios que suscitaste a San Juan Bautista, Confesor, para la enseñanza cristiana de los pobres y para fortalecer a la juventud en el camino de la verdad, e instituiste por él una nueva familia en la Iglesia; concédenos propicio, que mediante su intercesión y ejemplo, ardiendo en celo de procurar tu gloria mediante la salvación de las almas, podamos en el cielo ser participantes de su corona. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.

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