Comentario
al Evangelio
FIESTA
DE LA SAGRADA FAMILIA
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
Jesús se
perdió durante las fiestas. No se pierde en el destierro y se pierde en una
fiesta. Dios no suele perderse en las tribulaciones, sino en la prosperidad. En
los días de fiesta creemos que se nos permiten todas las diversiones
prohibidas. Parece que son días a propósito para crucificar al Señor con
nuestros pecados. El día de la santificación lo convertimos en día del mal. Tempus faciendi, Domine: dissipaverunt legem
tuam (Ps. 118,126).
Como se le
encuentra. Te he buscado con todo mi corazón. (Ps. 118,2)
Pensando que
estaba en la caravana. ¡Cuántos hay que al llegar la noche de su muerte se
darán cuenta de que no eran tan buenos como creían! Jesús no estaba con ellos.
Al cabo de
tres días lo hallaron. “Hablaras del extremo dolor de la Virgen María, cuando
perdió a Jesús y de su gozo al encontrarlo. Lo dirás con unción. María lo
encontró a los tres días, David, después de pecar, con tres silabas: peccavi…Son los tres días de la
penitencia, a saber: arrepentimiento, confesión, satisfacción”.
Apenados andábamos
buscándote. María estaba afligida por encontrarse sin Jesús. Nosotros
buscamos apenados una moneda que se pierde, y perdemos el alma sin advertirlo.
“Perdemos a Dios por un placer momentáneo, por un juicio falso, y tu Señor,
lleno de misericordia, te presentas ante nosotros, pecadores, para que te
podamos encontrar mas fácilmente y nos salvemos, sin que hayamos tenido celo
para buscarte”.
Les estaba
sujeto. Admirad lo que os parezca; la condescendencia del hijo o la
sublimidad de la madre. Aprende, hombre; aprende, tierra; aprende, polvo a
obedecer. Siempre que te empeñas en mandar, te empeñas en ser algo más que
Dios, y entonces sí que puede decirse que no entiendes a Dios.
Jesús crecía
en sabiduría, edad y gracia. La luz del sol es la misma al amanecer y al
mediodía, pero su calor es mucho mayor. La ciencia y la gracia de Dios, eran la
misma, pero sus manifestaciones más perfectas. No creas, hombre, que avanzas
por tus fuerzas. Avanzas por la gracia de Dios, que te hace subir. Aprovéchala.
Extractado
del sermón de Santo Tomas de Villanueva
Transcripto por Dña.
Ana María Galvez