24 DE ENERO
LA CONVERSIÓN DEL
PUEBLO JUDÍO
Monición inicial. Ofrecemos este rosario por el
pueblo judío, elegido por Dios en el pasado para realizar su plan salvífico,
para que fieles a la fe de Abraham, de Moisés y de los Profetas reconozcan en
Nuestro Señor Jesucristo al Mesías prometido en quien se cumplen todas las
Escrituras y lleguen a formar parte del verdadero pueblo de Dios que es la
Iglesia. Pedimos también especialmente por aquellos judíos que han perdido la
fe y profesan cierta “idolatría” a su raza y a su tierra, pero viven alejados
de Dios.
Meditamos
el rosario de hoy con la beata María Poussepin,
virgen, fundadora del Instituto de las Hermanas Dominicas de la Caridad y de la
Presentación de la Santísima Virgen María, para ayudar a los pastores de almas
en la formación de las jóvenes y para la asistencia de pobres y enfermos.
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Conserva
la presencia de Dios en todas tus acciones.”
2. La flagelación
de Jesús atado a la columna.
“Sé
dulce en tus palabras, sé sencillo en tus discursos, sé modesto en tus respuestas.”
3. La
coronación de espinas
“Piensa
a menudo que Dios te pedirá cuenta muy rigurosa, del deber cumplido.”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“No
llegaremos a ser humildes, sino que poniendo los ojos, con frecuencia, en el divino
Maestro.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Nunca
serán más ricos que cuando lleguen a ser perfectamente pobres, como
Jesucristo.”
ORACIÓN PRESCRITA
POR S.S. BENEDICTO XV
Indulgencia plenaria si se
realiza durante los 8 días,
indulgencia parcial por cada
día.
Ant. Ut omnes unum sint, sicut tu,
Pater, in me, et ego in te; ut et ipsi in nobis unum sint: ut credat mundus
quia tu me misísti. (Jn 27, 21)
V/. Ego
dico tibi, quia tu es Petrus.
R/. Et super hanc Petram ædificábo Ecclésiam meam.
Orémus.
Domine Jesu Christe, qui dixísti Apóstolis tuis:
Pacem relínquo vobis, pacem meam do vobis: ne respícias peccáta mea, sed
fidem Ecclésiæ tuæ; eámque secúndum voluntátem tuam pacificáre et coadunáre
dignéris: Qui vivis et regnas Deus in sæcula sæculórum. R. Amen.
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Ant. Que todos sean una misma
cosa, como tú, oh Padre, estás en mi y yo en ti; que sean ellos una misma
cosa en nosotros, para que el mundo crea que tu me has enviado.
V/. Yo
te digo: Tú eres Pedro
R/. Y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Oremos.
Señor
nuestro Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: la paz os dejo, mi paz os
doy, no mires nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia; y dígnate
conservarla en la paz y en la unidad según tu voluntad. Que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
R.
Amén.
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