domingo, 5 de mayo de 2024

APARÉCESE ÚLTIMAMENTE A LOS QUE ESTABAN A LA MESA EN EL CENÁCULO . LUNES DE LA V SEMANA DE PASCUA

 


APARÉCESE ÚLTIMAMENTE A LOS QUE ESTABAN A LA MESA EN EL CENÁCULO .

LUNES DE LA V SEMANA DE PASCUA

 

MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

LUNES DE LA V SEMANA DE PASCUA

APARÉCESE ÚLTIMAMENTE A LOS QUE ESTABAN A LA MESA EN EL CENÁCULO.

 

1.- Últimamente se apareció a las once, estando puestos a la mesa; y los reprendió de su incredulidad (1). Advierte la humanidad de Cristo, que, aunque en cuerpo glorioso, no se desdeña de ponerse con los Discípulos a la mesa. En cualquiera altura en que estés, guarda con los demás igualdad. Aquella reprensión era de amor, como, de quien quería purificar más a los suyos. Ninguno se excusa aquí. ¿Cuándo recibirás la corrección de tal suerte que la tengas por amor?

2.- Voy al que me envió (2). Aunque no se dice aquí todo lo demás que habló, bien se puede creer que les manifestaría era llegado el tiempo de partirse ya a su Padre, y repetiría algunas cosas de las que dijo en la ultima cena. Considera el dolor con que oirían esto, viendo que habían de ser privados de la presencia de Cristo. Tú te debes doler más, si se ausenta de ti por la gracia, que es la cosa más perniciosa. No busques devoción dulce y sensible; mas acerca de esto déjate en las manos de Dios. Pero mira que no pierdas la verdadera devoción, y la sólida.

3.- Voy a Él. Por no contristar Cristo a los suyos con la repentina noticia de su partida, los dispuso poco a poco, apareciéndoseles raras veces y por poco tiempo en su carne gloriosa. Con mayor dificultad nos apartamos de aquellos que comunicamos con más familiaridad y frecuencia. De este modo te debes apartar tú de las criaturas, y de tus comodidades. Usa de ellas rara vez, y no por largo tiempo, sino de paso: después carecerás de ellas sin alguna dificultad.

 

(1) Marc., 16. (2) Joan., 16.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Oración del papa Clemente XI

 

Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;

espero, haz que espere con más confianza;

amo, haz que ame con más ardor;

me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.

 

Te adoro como primer principio;

te deseo como último fin;

te alabo como bienhechor perpetuo;

te invoco como defensor propicio.

 

Dirígeme con tu sabiduría,

átame con tu justicia,

consuélame con tu clemencia,

protégeme con tu poder.

 

Te ofrezco, Señor,

mis pensamientos, para que se dirijan a ti;

mis palabras, para que hablen de ti;

mis obras, para que sean tuyas,

mis contrariedades, para que las lleve por ti.

 

Quiero lo que quieras,

quiero porque quieres,

quiero como lo quieres,

quiero hasta que quieras.

 

Señor, te pido que ilumines mi entendimiento,

inflames mi voluntad,

limpies mi corazón,

santifiques mi alma.

 

Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.

 

Concédeme, Dios de bondad,

amor a ti, odio a mí,

celo por el prójimo

y desprecio a lo mundano.

 

Que sepa obedecer a los superiores,

ayudar a los inferiores,

aconsejar a los amigos

y perdonar a los enemigos.

 

Que venza la sensualidad con la mortificación,

la avaricia con la generosidad,

la ira con la bondad,

la tibieza con la piedad.

 

Hazme prudente en los consejos,

constante en los peligros,

paciente en las contrariedades,

humilde en la prosperidad.

 

Señor, hazme atento en la oración,

sobrio en la comida,

constante en el trabajo,

firme en los propósitos.

 

Que procure tener inocencia interior,

modestia exterior,

conversación ejemplar

y vida ordenada.

 

Haz que esté atento a dominar mi naturaleza,

a fomentar la gracia,

servir a tu ley

y a obtener la salvación.

 

Que aprenda de ti qué poco es lo terreno,

qué grande lo divino,

qué breve el tiempo,

qué durable lo eterno.

 

Concédeme preparar la muerte,

temer el juicio,

evitar el infierno

y alcanzar el paraíso.

 

Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

V/. Regina cæli, lætare; alleluia.

R/. Quia quem meruisti portare; alleluia.

V/. Resurrexit sicut dixit; alleluia.

R/. Ora pro nobis Deum; alleluia.

V/. Gaude et lætare, Virgo Maria; alleluia.

R/. Quia surrexit Dominus vere; alleluia.

 

Oremus:

Deus, qui per resurrectionem Filii tui Domini nostri Iesu Christi mundum lætificare dignatus es, præsta, quæsumus, ut per eius Genetricem Virginem Mariam perpetuæ capiamus gaudia vitæ. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.

 

Fidélium ánimae per misericordiam Dei requiéscant in pace. R.Amen.

 

***

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

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***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.